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Llevo horas haciéndome una pregunta y al final he llegado a la conclusión de que Pedro Sánchez conocía las aficiones sexuales de sus colegas desde el día el que se subió al Peugeot 407 con Abalos, Cedrán y Koldo para recorrer la España del vicio en busca de apoyos y asaltar el poder del Psoe antes de convertirlo en una organización criminal. (Esta calificación la hace el juez Leopoldo Puente al imputar a uno de los bandoleros el delito de “organización criminal y cohecho).”
Tiempo de guerras sucias en la política, de resoluciones judiciales e investigaciones de las fuerzas de seguridad y de alianzas y cambios en las grandes empresas que marcan la posición de España en dos sectores tan estratégicos como son la Defensa y las Telecomunicaciones, con Indra y Telefónica en el centro de la tela de araña que explica una buena parte de la posición de Pedro Sánchez dentro de le OTAN y la necesidad de invertir el 5% del PIB, sin que se pueda dejar a un lado otra de las grandes bazas con que cuenta España de cara a Estados Unidos y las exigencias de Donald Trump, la base de Rota, pieza esencial para que los bombardeos de la aviación norteamericana sobre Iran hayan tenido lugar, al igual que lo tiene para el despliegue naval de sus buques de guerra. La Casa Blanca necesita mantener Rota y Moncloa necesita una buena relación con Estados Unidos. Al margen del color del partido que ocupe la presidencia del Gobierno.
Las revoluciones comienzan por el cabreo de la gente honrada, y esa categoría solo se la reconozco a los ciudadanos que no perdonan a los políticos corruptos del partido al que votaron.
Mónica García es una anestesista, que dice ser doctora en medicina, pero por suerte para sus eventuales pacientes clínicos, se ha dedicado a la política y no ejerce su profesión.
Decir quién era José Enrique Serrano es tan fácil como imposible. El profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense se convirtió con 35 años y durante otros cuarenta en un consejero indispensable para tres presidentes del Gobierno, para dos vicepresidentes, para varios ministros, para varios Secretarios Generales del PSOE y hasta para muchos adversarios políticos, que le respetaban por su característica esencial: la defensa del diálogo como norma de la democracia.
Pedro Sánchez nombró a Máximo Huerta ministro de Cultura y Deportes con la voluntad de cesarlo a los escasos días de su toma de posesión. Necesitaba aparentar que comenzaba su presidencia degobierno con una total intolerancia contra la corrupción, aunque contrariamente a esa apariencia la principal seña de identidad de su mandato está siendo lo contrario.
Emmanuel Macron, Presidente de la República Francesa, se ha llevado una hostia de una señora 25 años mayor que él, pero como ambos tienen “derecho a roce” se supone que esa agresión ha sido un asunto privado.
Pablo Iglesias es un tipo inteligente capaz de desviar el foco del insulto que le ha dirigido Pedro Sánchez, cuando le ha llamado «maltratador» , al convertir esa agresión verbal en una metáfora. El tabernero de Lavapiés, consciente de que está fuera de juego de la política institucional, ha evitado meterse en ese jardín del que sabía que no podía salir airoso, pero de haber tenido agallas le habría dicho : “Pedro, el maltratador eres tú”, porque cada uno de ellos tiene una especialidad distinta sobre los abusos que cometen.
La relación de periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión o muertos en las guerras que cubrían para sus periódicos es amplia y en ocasiones imprecisa, porque no siempre ha sido posible acreditar las circunstancias en las que perdieron la vida pero , como se dice en este trabajo que algún día fue romántico e incluso honesto, esos accidentes son gajes del oficio.
En Santiago de Compostela se instaló el botafumeiro para lograr que en la catedral se oliese a incienso en lugar de a sudor de peregrino. Con la elección del nuevo Papa ha ocurrido lo mismo: toneladas de incienso en el botafumeiro mundial para ocultar que nada ha cambiado. Lo que pase a partir de este viernes, ocho de mayo de 2025, será tan misterioso como las advocaciones al Espíritu Santo para que los cardenales que pueden votar en el Cónclave elijan al que va a dirigir - o al menos intentarlo - las actuaciones de la Iglesia católica durante los próximos años.
José Bono es un travestido integral, un personaje de opereta, un aprovechado sin principios al estilo de Groucho Marx, que decía “estos son los míos, si no les gusta, tengo otros”. En el fondo ni siquiera sabe quién es, aunque al final ha descubierto quién quería ser… y lo ha conseguido.
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, y el presidente de la Fundación ”la Caixa”, Isidro Fainé, han firmado un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones para fomentar las sinergias y la cooperación entre el futuro CaixaResearch Institute y las infraestructuras de conocimiento del ecosistema de investigación catalán adscritas al Departamento de Salud y al Departamento de Investigación y Universidades.
La sultana Aixa, madre de Boabdil el chico, le recriminó su falta de gallardía cuando derramó lágrimas por haber perdido la ciudad de Granada. Sus palabras fueron “lloras como mujer lo que no has sabido defender como hombre”.
El escaparate de macarras del pensamiento que pueblan los programas de las televisiones en España no es la consecuencia de una errónea selección hecha por los directivos de esas cadenas, sino un plan de devaluación del pensamiento crítico de la sociedad.
En octubre de 2011 se estrenó en España una de las mejores películas de este siglo. La dirigió Enrique Urbizu y tuvo a José Coronado como protagonista principal. El título está cogido del Antiguo Testamento judío, concretamente del salmo 48:22 del profeta Isaías: “No habrá paz para los malvados”. Han pasado dos mil cien años y las palabras que escribió el poeta, escritor y asesor de varios reyes de Israel son tan válidas como entonces.
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