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Marta G.Galán
La dura derrota sufrida por Esquerra Republicana en los comicios catalanes ha servido para alimentar aún más el curioso choque que se dirime desde hace varios años entre el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y el futbolista portugués, afincado en España. Luis Figo, ex capitán del Barça al que Florentino Pérez fichó para el Real Madrid con un traspaso millonario en el año 2000 lo que provocó el enfado de todos los culés, que todavía dura.
Dentro de tres semanas ,en el estadio de Wembley, el Real Madrid intentará ganar su decimoquinta Copa de Europa, lo que niingún otro club de futbol ha hecho y es muy difícil que lo consiga. El secreto del éxito está en los jugadores, en el entrenador, en los aficionados que empujan y empujan desde las grandes del estadio Bernabeu pero por encima de todo ello lo que aparece es la estructura empresarial que ha montado un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que quiso dedicarse a la política desde las urnas electorales, hasta que descubrió que la gran política, la de verdad, la que define la imagen de un país se puede hacer y se hace desde un palco, convertido en uno de los grandes despachos del poder. Lo era con Santiago Bernabéu y dejó de serlo hasta que llegó Florentino Pérez, al que como presidente de un súper grupo empresarial no le tiembla la mano cuando cree que debe cambiar de equipos directivos. Los amigos son otra cosa.
Lo he dicho hace unas horas en mi canal de youtube y hoy la prensa me da la razón : en el PSOE empiezan a estar hasta los cojones de Sánchez. Esa reacción de militantes, y algún cargo público que se cuida por ahora de no dar la cara, ya habla del psicópata como del mentiroso que les está llevando a la ruina.
Un día después de la proclama de Pedro Sánchez desde las puertas de La Moncloa, queriendo transmitir la necesidad de una moralización de la vida pública a través del control social ejercido desde el poder político, se echa en falta la definición de la realidad. Estamos en el siglo XXI, con nuevos conceptos de matemática social a los que podemos incorporar la figura ilustre de Euclidis y sus premisas dimensionales, tal vez más prácticas que las divisiones del poder del barón de Montesquieu.
No sé hasta cuando será intocable Felipe González pero a Pedro Sánchez se le están inflando las gónadas y quizás por eso camina separando sus piernas mientras rumia cada sutil descalificación que recibe. A él l van las frases cortas, los eslóganes de barrio, las risotadas ficticias y la simpleza, mientras que al que aun sigue siendo referente del PSOE de Suresnes le basta con decir que el actual Presidente «no tiene proyecto de pais» para hacerle un retrato de foto matón.
En diez años Felipe VI ha conseguido, con paciente eficacia, que la tambaleante Monarquía que amenazaba con derrumbarse en abril de 2012 tras la caída de su padre durante una cacería de elefantes en Botswana y que terminaría por llevar a Juan Carlos I a la abdicación dos años más tarde, comience a respirar con cierta tranquilidad. Eran demasiados los escándalos y Felipe de Borbón decidió amputar la parte gangrenada de la institución. Con pesar y riesgo anunció que renunciaba a la herencia paterna, tras salir a la luz el regalo de 65 millones de euros que su padre le había hecho a la que fue su amante y compañera en la cacería, Corinna Larsen.
Franco dinamitó el "Diario Madrid" y Sánchez está a punto de dinamitar el periódico "El País". La diferencia entre ambos sucesos está en que el primero murió con honra, pero el segundo lleva camino desaparecer sin dignidad y sobran razones para hacer esta afirmación porque se ha convertido en un periódico de partido cuya línea editorial la deciden desde el Palacio de la Moncloa.
El jurado de “ Bailando con estrellas”, programa que emite Tele5 destila rabia hacia los espectadores por los cuatro costados, con dos de ellos, cuyo nombre no merece la pena pronunciar por su desaforada soberbia. Rabia que convierte en humillación constante hacia el concursante Bruno Vila, que es evidente que baila peor que la mayoría de sus compañeros - y que él reconoce - pero que no tiene la culpa de que el público le salve semana tras semana.
Se alimentan los medios de comunicación, nos alimentamos los periodistas de las peleas de taberna que protagonizan cada día los representantes del pueblo. Vemos cada día sus caras crispadas, sus insultos, sus descalificaciones, sus deseos de acabar con los adversarios. Justo lo contrario de lo que la mayoría de lo¡s ciudadanos desearíamos de aquellos que hemos elegido para servirnos, con el Gobierno a la cabeza, con el presidente del mismo a la cabeza, cumpliendo con su misión de buscar el acuerdo, el pacto, el diálogo con la oposición, por más brava y poco justa que crea que se está comportando.
Pablo Iglesias ha montado un bar para rojos, Sánchez debería montar otro para golfos, los catalanes para gente que pague por anticipado, Núñez Feijóo para hacer más amigos e Isabel Díaz Ayuso tiene abiertos todos los de Madrid.
Cinco socialistas reunidos a comer en Toledo para hablar de sus cosas y de su partido no debería ocupar titulares nacionales como si de una conspiración se tratara, pero lo ha hecho. El presidente de Castilla La Mancha y tres de sus colaboradores más cercanos se han sentado en uno de sus restaurantes históricos de la antigua ciudad imperial con Felipe González.
José Luis Ábalos ha pasado de villano a víctima para un cierto sector de la opinión pública que odia a Pedro Sánchez, pero no por eso se ha rehabilitado política y socialmente.
Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Si la gente tuviera meridianamente claro este principio tautológico, nadie iría llorando por las esquinas ni lamentando el mal fario de los sinvergüenzas profesionales de la política que al final son descubiertos por la justicia y detenidos por la policía.
Por Miguel Jara
La crisis del campo, reflejada en las protestas de los agricultores durante las últimas semanas, pone de nuevo sobre el mantel -nunca mejor dicho- el modelo agroalimentario. Y también sus alternativas. El enfado de los trabajadores del campo es legítimo. En sólo 15 años, la Unión Europea (UE) ha perdido casi el 40% de sus agricultores, casi exclusivamente pequeños y medianos, que han quebrado.
Tierra de meigas y de conjuros, de mitos celtas, de muy viejas historias perdidas entre las nieblas del Fin del Mundo. Esa Galicia de acantilados que rugen por encima de los bostezos del océano que los golpea; esa Galicia frágil como frágil es la danza nocturna de las doncellas antes de que el diablo que habita en sus montes les invite a beber el orujo sagrado; esa Galicia que es capaz de buscar en la Escocia del Rey Jacobo una causa por la que combatir en nombre de una libertad que no era la suya; esa Galicia le acaba de romper el espinazo al Gobierno seco de una Corte llena de encajes financieros.
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