Con 69 años de edad - los cumple el próximo día veinticuatro- la ONU se ha convertido en una de las instituciones mundiales más caras y más inútiles que existen. Incapaz de cumplir y hacer cumplir los objetivos que se marco y los principios que buscaban los 50 países fundadores. La razón del monumental fracaso está en el carácter dictatorial de los cinco estados que tienen poder de veto y que se anulan unos a otros.
La victoria de la llamada ultraderecha en Austria, que se suma a los éxitos de formaciones similares en Alemania y el crecimiento de las mismas en Francia, Italia o Polonia, que siguen el ejemplo de Hungría, revelan que la Europa de 2024 es más ultra que la de décadas anteriores y la razón principal es la guerra de Ucrania y la respuesta que esa misma Europa, siguiendo el liderazgo de Estados Unidos dentro de la OTAN, está dando a la invasión de Rusia de hace dos años, sin haber hecho nada mucho antes, concretamente en el comienzo de 2014, cuando Vladimir Putin decidió convertir Crimea en el primer peón de su partida de ajedrez contra Europa.
La espectacular operación con buscas y walkie-talkies contra los dirigentes de Hezbolá ha abierto la puerta a una serie de bombardeos selectivos para acabar con más responsables de los grupos armados de la milicia terrorista proiraní en el Líbano.
El martes, cinco de noviembre, Estados Unidos sabrá quién es el sucesor o sucesora de Joe Biden. Sea Donald Trump, con su regreso a La Casa Blanca, o la actual vicepresidenta Kamala Harris, la situación de tensión en el mundo cambiará. No se sabe si para aumentar y llevarnos a todos a ver cómo se usan armas nucleares tácticas, de alcance limitado, en suelo europeo, o a comprobar que aún queda un resquicio pequeño para que la paz llegue a Ucrania e incluso a Oriente Medio
Más dividida que nunca, llena de contradicciones, con líderes enfrentados, con fronteras renacidas, sin claros liderazgos, sumergida tanto en la guerra de Gaza como en la destrucción de Palestina, que no sabe qué posición tomar ante Nicolás Maduro o Javier Milei, ni ante los candidatos para presidir Estados Unidos, que necesita y no quiere a los emigrantes, ya sean de la Europa del Este, del Africa subsahariana o de sus antiguas colonias, que necesita y no quiere la tecnología china, que tiene tantos agujeros en su estructura política como un colador. La Unión Europea no encuentra su sitio en el gran mapa del poder mundial.
Escuchamos y leemos soflamas en contra de la inmigración como si fuera el peor de los males. Enfrente, el buenismo autodenominado progresista clama contra las mal llamadas deportaciones en masa porque son actuaciones que muy difícilmente se pueden producir.
Lo mejor que podía hacer José Luís Rodríguez Zapatero en Venezuela era seguir los pasos de su antecesor en la Secretaría General del PSOE y en la presidencia del Gobierno. También como miembro destacado de la Internacional Socialista, uno de los mayores lobbies económicos desde hace 70 años tras su fundación en Fráncfort en 1951 y cuya presidencia ostenta en este agosto de 2024 Pedro Sánchez. El cargo ejecutivo más importante, que permite entender la estrategia que la IS ha seguido desde la presidencia del alemán Willy Brandt, es el de Secretario General, que ostentó durante 23 años el chileno Luís Ayala. Han cambiado los presidentes, pero él se mantuvo dentro del aparato para mantener la conexión de los múltiples tentáculos con la cabeza del cefalópodo.
La Guerra Fría que mantienen desde hace años Estados Unidos y Rusia tiene repercusiones regionales directas en distintos lugares del mundo Durante 45 años, de 1947 a 1991, Washington y Moscú mantuvieron unas delicadas relaciones supeditadas a una Guerra Fría donde el poder de la disuasión nuclear garantizaba un cierto control por la doctrina de la destrucción mutua asegurada.
Las consecuencias por las revelaciones hechas por el Wall Street Journal y seguidas por la televisión alemana y Die Zelt van a cambiar la actual situación en Ucrania, con su ofensiva sobre territorio ruso, e incluso la situación dentro de la Unión Europea y de la OTAN, sobre todo entre Alemania y Polonia y sus respectivos gobiernos. También en los comportamientos de Suecia, Dinamarca y Noruega.
Nicolás Maduro respondió a la campaña internacional que denunciaba un presunto fraude en las elecciones del 28 de julio que su victoria es incontestable con más de 5 millones de votos sobre sus adversarios y que “cerca de 1.500 invitados internacionales y todas las organizaciones políticas fueron convocadas a presenciar el proceso electoral del pasado 28 de julio”
Ya lo sabía. Era imposible seguir en La Casa Blanca y menos aún ser el candidato demócrata. Ganó las primarias de su partido pero tras el debate televisivo frente a Trump su propia familia y sus mitos le hicieron comprender que su larga cerera de cinco décadas dedicado a la política se había terminado. Tocaba negociar la salida de la form más honrosa posible y con menos riesgos en el futuro. Para él y para su hijo. Eso explica su insistencia en seguir. El anuncio de su adiós es el certificado de su último éxito. Tranquilidad familiar al completo.
Una enorme bandera norteamericana ondea al viento mientras seis agentes secretos se llevan a Donald Trump del estrado en el que una bala le ha rozado la oreja derecha. Su cara está manchada de sangre. Levanta el puño y grita: “luchad, luchad”.
Termina la cumbre de Washington de la OTAN mientras los pactos entre Rusia, China, Iran y Corea del Norte crecen. Habrá más ramas y más destrucción. Más dolor y más imágenes de la barbarie. Los dirigentes políticos por un lado. Y los ciudadanos por otro. Mensajes y noticias verdaderos y falsos, cada vez menos comprensibles, pero igualmente dañinos. Así pasen otros miles de años, que parece que nada cambia y todo está escrito.
Hablemos de Francia: el auténtico vencedor de las elecciones es Macron. Salva a su partido. Utiliza a la izquierda. Impide que gane la derecha dura. Obliga a votar a los abstencionistas. Y consigue que la inmigración de doble nacionalidad vote contra el miedo.
Lo ocurrido en la primera vuelta de las elecciones francesas tiene varias lectura y los políticos de uno u otro bando las usarán como siempre para adjudicarse la victoria. Queda por saber lo que pasará en la segunda vuelta y qué posición van a tener tanto Macron como Mélenchon para impedir que salgan los candidatos de Le Pen. Hasta ese momento las espadas siguen en alto.
|