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Aun no se ha cumplido un mes desde su regreso a la Casa Blanca, pero que su discurso plagado de excentricidades y contradicciones no nos despiste. Tiene claro lo que pretende y está dispuesto a lograrlo. Que estamos frente a un cambio muy importante en la forma en la que se han mantenido las relaciones internacionales es evidente. Los mercados están respondiendo con agitación, pero sin manifestación alguna de pánico.
¿Por qué la guerra arancelaria ha comenzado con México y Canadá? El asunto es complejo, pero ¿se trata realmente de lograr el equilibrio en la balanza comercial?
¿Podría la brecha que se abre entre los tipos de interés a uno y otro lado del Atlántico ser solo un primer paso de algo más que podamos considerar poco o nada descontado en los actuales precios de mercado? Hasta final de 2024, y aunque a ritmo distinto, tanto la Reserva federal como el Banco Central Europeo acumulaban un recorte de tipos desde el fin del ciclo alcista de cien puntos básicos. La semana pasada, en la que ambos celebraron au primera reunión de 2025, se abrió una brecha sin perspectivas inmediatas de cierre
La primera semana del presidente deja claro que tiene como primer objetivo defender lo que entiende como intereses económicos de EE.UU. y no reparará en desestabilizar a aliados y enemigos. Una sola semana después del cambio de presidencia en EE.UU. ya permite un primer balance. Muchos e importantes anuncios en el frente geopolítico, pero menos claridad en el de los aranceles.
“…y lo que es más importante, debemos de asegurarnos de que el dólar estadounidense siga siendo la divisa de reserva mundial”, Scott Bessent en su audiencia de confirmación en el Senado como nuevo secretario del Tesoro.
La “angustia” fiscal que se ha venido gestando a lo largo del mes de diciembre, parece estar alcanzado su punto álgido en las primeras semanas del año. ¿Están los mercados testando los límites o es un cambio de régimen? A principios de diciembre, PIMCO, una de las más importantes gestoras de inversión particularmente conocida por sus estrategias con la renta fija donde es el mayor gestor del mundo, anunció que recortaría su exposición a la deuda a largo plazo norteamericana. Su argumento: la sostenibilidad del déficit y la amenaza inflacionista de la política arancelaria de la Administración entrante.
Por muy bien que puedan ir las economías y así lo destaquen los analistas, el número de países cuyos electores se orientan hacia posiciones extremas es creciente. Particularmente entre los hombres jóvenes. Cambiamos el almanaque, pero los temas que dominaban las últimas semanas del año pasado, siguen siendo los mismos. Normal que sea la inercia lo que con más fuerza se percibe en los mercados financieros. Tenemos como termómetro la evolución del dólar en los primeros días de 2025 tras cerrar el año en 1.0389 con el euro.
El consenso para 2025 prevé un crecimiento resiliente, una inflación que convergerá hacia el 2% y que los bancos centrales recortarán más los tipos ¿Dónde están los riesgos?
Sin gobierno y sin presupuesto, Francia enfrenta tensiones políticas y fiscales. Los mercados observan con cautela y mantienen la calma. Recuperar la estabilidad llevará semanas y puede precisar ayuda. Aunque mejor que no.
En un entorno dominado por múltiples incertidumbres, los bancos centrales deben decidir: ¿seguir los datos o anticiparse al próximo cisne negro?
Los pobres resultados de la encuesta a los directores de compra de la Eurozona de noviembre (PMI´s), primera tras los resultados electorales en EE.UU., no han podido conocerse en peor momento. Posiblemente por eso su resultado ofrezca un perfil tan negativo, aunque siempre queda interpretarlo como lo que es, el estado de opinión en un momento concreto en el que Europa rebosa de incertezas propias sin resolver, a las que se suman las que pueden temerse desde el otro lado del Atlántico.
Los mercados juzgan en base a la racionalidad económica, pero estamos en ciernes de comprobar si este primer juicio no está adecuadamente enfocado y ha de replantearse en base a las convicciones ideológicas.
La inesperada calma con la que el dólar ha respondido refleja cautela, y los mercados prefieren no aventurarse en demasía hasta que sean los hechos los que confirmen los anuncios. La fuerte apreciación del dólar que se suponía tendría que seguir a una “barrida” republicana, no se ha manifestado como tal.
La evolución de los mercados en las ultimas semanas no puede explicarse si no es por las crecientes expectativas de una victoria republicana. Queda saber hasta cuando puede prolongarse si se confirma.
Los bancos centrales aceleran los recortes de tipos, soñando con un aterrizaje suave. ¿Lograrán el ajuste perfecto o se arriesgan a un nuevo error histórico? El recientemente iniciado ciclo de flexibilización monetaria en el mundo continua su curso. Los primeros pasos son siempre los más sencillos y hasta pueden permitirse errar en el momento y en el tamaño. No es particularmente importante.
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