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Las 5 páginas del acuerdo comercial entre británicos y norteamericanos, y la recomendación de Trump animando a comprar acciones porque pronto se concretarán más acuerdos y el Congreso aprobará en breve un paquete de recorte de impuestos, tiene el efecto de un analgésico sobre un dolor crónico, alivio sintomático, pero en poco reparador.
| Trump con el secretario del Tesoro Scott Bressen |
“El presidente ha logrado más en sus primeros 100 días que la mayoría de las administraciones en cuatro años”. La cita corresponde a un artículo del vicepresidente con ocasión del aniversario. Sin embargo, cuando fue entrevistado para FOX tras conocerse la contracción de la economía en un 0.3% en el primer trimestre, relacionándolo con la política arancelaria, su respuesta fue “esta es la economía de Biden”.
El apagón que dejó ayer a España parcialmente a oscuras revela una tensión creciente en el corazón de la transición energética: mantener la estabilidad de la red en un sistema cada vez más dominado por renovables.
La economía mundial estaba (todavía está) organizada para vender e invertir en EEUU La pretensión de que mediante aranceles todo se va a reorganizar inmediatamente para que el resultado sea la reducción del déficit comercial y que la economía se reindustrialice, simplemente no va a funcionar. Lo que sí tendrá con carácter inmediato son precios más altos y una economía más débil.
La hipótesis de partida era que cuanto más altos los aranceles, más se apreciaría el dólar. Sin embargo, ya solo el nivel de incertidumbre que introducen sobre crecimiento e inflación, lo desmiente.“Nos enfrentamos a un panorama altamente incierto con elevados riesgos de mayor desempleo e inflación”. Son palabras del presidente de la Reserva Federal el pasado viernes una vez conocido el anuncio arancelario. Ya se había hecho público el informe de empleo de marzo, que registró una creación de empleo muy superior a lo esperado, compensando los efectos del clima y los incendios sobre los datos de enero y febrero.
| Los firmantes del Acuerdo Plaza sobre el dólar en 1985. |
La política sobre el dólar de la administración norteamericLo que pretende la administración norteamericana con el dólar es objeto de multitud de análisis. Las propuestas son diversas, pero no son pocas las ocasiones en las que la formulación de la pregunta condiciona la interpretación de la respuesta.ana es objeto de análisis que se ven dificultados por las contradicciones de las manifestaciones presidenciales. ¿Es el dólar débil un objetivo o una consecuencia?
Pese al deterioro económico, Trump mantendrá su apuesta. Tras el ajuste de los mercados, lo hacen ahora los bancos centrales. La política de confrontación continuará. No son solo los mercados los que reaccionan, con distinto grado de ajuste, al cambio de las condiciones que se impone desde EE.UU. Las reuniones de los bancos centrales que están teniendo lugar estos días, tienen un patrón común: el entorno es ahora más incierto para el crecimiento y la amenaza inflacionista, aumenta.
De las 10 toneladas de fentanilo que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza incautó en 2024, 19.5 kg lo fueron en la frontera con Canadá, el 0.2%. Amparado en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que permite al presidente tomar medidas excepcionales al margen del poder legislativo por causa de emergencia nacional cuando considera que afecta a la economía o a la seguridad del país, decretó un arancel a las importaciones de Canadá del 25%.
Aunque un acuerdo formal parece imposible, las amenazas arancelarias de Trump podrían tener en última instancia un efecto similar al Acuerdo Plaza de 1985 al forzar políticas expansivas en China y Europa.
Puede parecer mentira, pero abundan estos días los análisis que, con la excusa de que el dólar ofrece un pobre balance en lo que llevamos de año, hacen referencia a cierto desencanto respecto a lo que esperaban de las políticas de la nueva administración norteamericana.
Aun no se ha cumplido un mes desde su regreso a la Casa Blanca, pero que su discurso plagado de excentricidades y contradicciones no nos despiste. Tiene claro lo que pretende y está dispuesto a lograrlo. Que estamos frente a un cambio muy importante en la forma en la que se han mantenido las relaciones internacionales es evidente. Los mercados están respondiendo con agitación, pero sin manifestación alguna de pánico.
¿Por qué la guerra arancelaria ha comenzado con México y Canadá? El asunto es complejo, pero ¿se trata realmente de lograr el equilibrio en la balanza comercial?
¿Podría la brecha que se abre entre los tipos de interés a uno y otro lado del Atlántico ser solo un primer paso de algo más que podamos considerar poco o nada descontado en los actuales precios de mercado? Hasta final de 2024, y aunque a ritmo distinto, tanto la Reserva federal como el Banco Central Europeo acumulaban un recorte de tipos desde el fin del ciclo alcista de cien puntos básicos. La semana pasada, en la que ambos celebraron au primera reunión de 2025, se abrió una brecha sin perspectivas inmediatas de cierre
La primera semana del presidente deja claro que tiene como primer objetivo defender lo que entiende como intereses económicos de EE.UU. y no reparará en desestabilizar a aliados y enemigos. Una sola semana después del cambio de presidencia en EE.UU. ya permite un primer balance. Muchos e importantes anuncios en el frente geopolítico, pero menos claridad en el de los aranceles.
“…y lo que es más importante, debemos de asegurarnos de que el dólar estadounidense siga siendo la divisa de reserva mundial”, Scott Bessent en su audiencia de confirmación en el Senado como nuevo secretario del Tesoro.
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