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“…y lo que es más importante, debemos de asegurarnos de que el dólar estadounidense siga siendo la divisa de reserva mundial”, Scott Bessent en su audiencia de confirmación en el Senado como nuevo secretario del Tesoro.
La “angustia” fiscal que se ha venido gestando a lo largo del mes de diciembre, parece estar alcanzado su punto álgido en las primeras semanas del año. ¿Están los mercados testando los límites o es un cambio de régimen? A principios de diciembre, PIMCO, una de las más importantes gestoras de inversión particularmente conocida por sus estrategias con la renta fija donde es el mayor gestor del mundo, anunció que recortaría su exposición a la deuda a largo plazo norteamericana. Su argumento: la sostenibilidad del déficit y la amenaza inflacionista de la política arancelaria de la Administración entrante.
Por muy bien que puedan ir las economías y así lo destaquen los analistas, el número de países cuyos electores se orientan hacia posiciones extremas es creciente. Particularmente entre los hombres jóvenes. Cambiamos el almanaque, pero los temas que dominaban las últimas semanas del año pasado, siguen siendo los mismos. Normal que sea la inercia lo que con más fuerza se percibe en los mercados financieros. Tenemos como termómetro la evolución del dólar en los primeros días de 2025 tras cerrar el año en 1.0389 con el euro.
El consenso para 2025 prevé un crecimiento resiliente, una inflación que convergerá hacia el 2% y que los bancos centrales recortarán más los tipos ¿Dónde están los riesgos?
Sin gobierno y sin presupuesto, Francia enfrenta tensiones políticas y fiscales. Los mercados observan con cautela y mantienen la calma. Recuperar la estabilidad llevará semanas y puede precisar ayuda. Aunque mejor que no.
En un entorno dominado por múltiples incertidumbres, los bancos centrales deben decidir: ¿seguir los datos o anticiparse al próximo cisne negro?
Los pobres resultados de la encuesta a los directores de compra de la Eurozona de noviembre (PMI´s), primera tras los resultados electorales en EE.UU., no han podido conocerse en peor momento. Posiblemente por eso su resultado ofrezca un perfil tan negativo, aunque siempre queda interpretarlo como lo que es, el estado de opinión en un momento concreto en el que Europa rebosa de incertezas propias sin resolver, a las que se suman las que pueden temerse desde el otro lado del Atlántico.
Los mercados juzgan en base a la racionalidad económica, pero estamos en ciernes de comprobar si este primer juicio no está adecuadamente enfocado y ha de replantearse en base a las convicciones ideológicas.
La inesperada calma con la que el dólar ha respondido refleja cautela, y los mercados prefieren no aventurarse en demasía hasta que sean los hechos los que confirmen los anuncios. La fuerte apreciación del dólar que se suponía tendría que seguir a una “barrida” republicana, no se ha manifestado como tal.
La evolución de los mercados en las ultimas semanas no puede explicarse si no es por las crecientes expectativas de una victoria republicana. Queda saber hasta cuando puede prolongarse si se confirma.
Los bancos centrales aceleran los recortes de tipos, soñando con un aterrizaje suave. ¿Lograrán el ajuste perfecto o se arriesgan a un nuevo error histórico? El recientemente iniciado ciclo de flexibilización monetaria en el mundo continua su curso. Los primeros pasos son siempre los más sencillos y hasta pueden permitirse errar en el momento y en el tamaño. No es particularmente importante.
A menos de un mes de las elecciones norteamericanas, los distintos actores se ven en la necesidad de lanzar sus apuestas. Este es un relato de los sesgos que se van configurando.
Una decisión rutinaria que no parecía exigir de particular atención llevó el coste financiero más allá del 130%. Estos fueron los actores y así es cómo se resolvió. En 2007, el Ayuntamiento de Córdoba tomó una decisión financiera que, a primera vista, parecía rutinaria. Solicitó un préstamo de tres millones de euros a la entonces Caja Castilla la Mancha. En un presupuesto de 500 millones, no parecía exigir particular atención.
China inicia un accidentado camino para hacer frente a unas expectativas de crecimiento tan pobres como no había visto en décadas. Con las medidas anunciadas solo están en el inicio de ese camino.
La FED cumplió su objetivo. Los mercados tuvieron tres sesiones para descontar un “mega recorte”, ajustaron sus apuestas, y como consecuencia las cosas no cambiaron mucho con la confirmación.
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