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Hace apenas una década y es como si en lugar de enfrentarnos al siglo XXI y los desafíos que presenta estuviéramos mirando a la Monarquía española de 1922. En abril de aquel año cinco partidos liberales se unieron para intentar regenerar España. Había un problema descomunal de deuda pública, Marruecos era un problema sin solución y la gobernación del país exigía un cambio constitucional que afectaría a la Monarquía.
En Francia ya hay dos ganadores y el tercero en el podium electoral no cuenta. Sin embargo, si los 504.408 votos que habrían llevado a Jean-Luc Melenchón a la segunda vuelta el futuro político de Francia, y tal vez de Europa habría cambiado. Sin el recurso al miedo a la ultraderecha es posible que el actual presidente fuese derrotado. Por alguien, como él mismo, capaz de saltar por encima de las siglas y presentarse como una promesa de futuro.
Este domingo, diez de abril de 2022, Francia ha vuelto a mirar su pasado político y se ha encontrado con los mismos protagonistas en el mismo cruce de caminos de hace cinco años. La Segunda vuelta decidirá quien ocupa el palacio presidencial con ventaja para sun actual inquilino. Con la alargada sombra de Putin y Zelensky sobre las urnas, un treinta por ciento de los votantes no quiere a Emmanuel Macron, otro treinta por ciento no quiere a Marie Le Pen, y otro cuarenta por ciento no quiere a ninguno de los dos.
En Sevilla, mascarilla frente a mascarilla y mirándose a los ojos, las dos manos de Isabel Díaz Ayuso agarraron con fuerza la mano derecha de Alberto Núñez Feijóo. Es un acuerdo de futuro el que están sellando, la fase siguiente a las conversaciones previas al Congreso de Sevilla. La siguiente cita es en Madrid en el próximo mes de mayo, fecha en la que la actual presidenta de la Comunidad se convertirá en presidenta de su partido en este territorio. Sin más retrasos, ni dudas.
Si se quiere entender la bicefalia que ha puesto Alberto Núñez Feijóo para administrar el Partido Popular hay que mirar a Mariano Rajoy. Dos gallegos con la misma y obligada estrategia. El ex presidente utilizó a Dolores Cospedal para que estuviese en la organización del partido y a Soraya Sáenz de Santamaría para que encabezara la acción política desde el Congreso. Núñez Feijóo ha copiado el esquema: Elias Bendodo para llevar las riendas del PP y Cuca Gamarra para enfrentarse a Pedro Sánchez en el Congreso.
| Felipe Vi con el consejero delegado de Google, Sundar Pichai. |
Más pronto que tarde vamos a comprobar que la guerra de Ucrania tiene consecuencias directas en nuestro país, sobre todo en Cataluña, si de territorios se trata, a semejanza de lo que desde hace ocho años viene ocurriendo en el Donbás, afortunadamente sin derramamentos de sangre. Y con una Constitución redactada en torno a la Monarquía que ha evitado la disgregación política. Tanto desde Junts como desde ERC y la Cup, pasada la fase bélica en esa zona de Europa, volverán a poner sobre la mesa las “ injusticias históricas” y los agravios económicos.
El Gobierno de concentración que tanto se pide y que nunca se ha conseguido en España ya existe en el sector privado y puede que sirva para que, al igual que pasa con el spot publicitario que protagoniza Lola Flores, el acento en las relaciones entre Pedro Sánchez y Alberto Nuñez Feijóo lo hayan puesto en marcha dos políticos tan reconocidos y reconocibles como José Blanco y Alfonso Alonso, ex-ministros y con toda la experiencia en la vida interna de los partidos.
El presidente del Gobierno no tuvo más remedio que informar a Felipe VI sobre la carta que iba a enviar a Mohamed VI con el cambio de política de España en el Sahara tras 47 años de mantenimiento de una posición refrendada por las Naciones Unidas. Los medidos silencios de Moncloa y Zarzuela, en este asunto de Estado llevan a pensar que hubo un pacto mutuo y urgente.
Todas las encuestas en la Comunidad de Madrid sobre el número de diputados que debe tener la Asamblea dirán lo mismo: mejor 91 que 136, una cifra desproporcionada para una Autonomía uniprovincial. Se trata de defender el gasto público - por pequeño que se considere - frente al gasto político y partidista. El PP con Díaz Ayuso y Vox con Rocio Monasterio ya han ganado esa batalla frente al PSOE de Juan Lobato , del Más Madrid de Mónica Garcia y de la Unidas Podemos de Isa Serra. El miedo a perder el escaño se entiende pero no se acepta socialmente.
La suerte y la paciencia se han aliado con Alberto Núñez Feijóo para que consiga ganar unas elecciones generales. Convertirse en presidente del Gobierno. Elegido por el 99,36% de los votantes en el seno del PP tiene asegurada la gran ovación del próximo 3 de abril en Sevilla. En ese camino ya cuenta con el mejor de los aliados posibles, el actual presidente y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. La malísima gestión de la crisis es un aval para el político gallego.
De repente, sin explicarlo en el Consejo de Ministros, sin explicarlo en el Parlamento, sin explicarlo a los españoles, Pedro Sánchez ha cambiado la posición de España en el Sahara que hasta 1975 fue parte de nuestro país. Lo que podemos calificar de traición y que no pudo hacer con la exministra Arancha González Laya - que era una alta funcionaria de Naciones Unidas - lo ha hecho con nocturnidad y alevosía con José Manuel Albares, mucho más cercano a la volatilidad de las decisiones presidenciales.
Arrimadas será una de las víctimas y Abascal el futuro padrino de una boda gubernamental tan necesaria como la que se va a producir en Castilla y León
Diez años después diecisietes presidentes de las 17 Comunidades autónomas se vieron las caras con el presidente del Gobierno, uno menos con el Rey Felipe VI, el de Cataluña, en un nuevo gesto de grosería política que no tiene, ni tendrá castigo alguno. Se buscaba una foto y se logró.
Las tres sucesoras de Pablo Iglesias han escenificado en el Hemiciclo del Congreso de los Diputados su mala relación política. Mientras la vicepresidenta segunda aplaudía y mostraba todo su apoyo a Pedro Sánchez, las ministras de Derechos Sociales y de Igualdad le críticaron y se quedaron sentados en sus escaños.
Si se le puso el nombre de “Paradoja de Fermi” a la imposibilidad de saber si existen o no otras civilizaciones en un Universo que contiene dos billones de estrellas parecidas a nuestro Sol, podemos bautizar como “Paradoja de Putin” el resultado de la guerra en Ucrania. Tras cinco días de combates y bombardeos selectivos el hombre que se formó y creció en la antigua KGB ha actuado con “ observaciones defectuosas e incompletas”.
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