Un cuchillo al vuelo
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Un cuchillo al vuelo

viernes 11 de julio de 2025, 04:39h

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El presidente estadounidense ya tiene su proyecto fiscal aprobado. Pero su gran habilidad fue la de convencer a los votantes, sobre todo trabajadores, que eran ellos el núcleo de su política. Un gobierno habla a través del presupuesto, y no es el aprobado el que habrían de esperar la masa de votantes que lo llevaron a la Casa Blanca. Cabe que todavía no lo sepan y que al presidente le quede crédito, pero en el núcleo de su política, no están.

Cuando los impuestos bajan se benefician más los que más impuestos pagan. Cuando se hacen recortes en asistencia sanitaria se ven más afectados aquellos que solo acceden a ella si la dispensa el sector público. No se trata de ideología, se trata de lideres que engañan, mienten y traicionan el contrato con sus electores.

Lo que la historia dice es que una política fiscal como la aprobada, no recauda más sino menos, y no reduce, sino que incrementa el déficit y la deuda. ¿Puede EE.UU. hacer esto sin llevar el sistema fiduciario que rige la economía mundial al borde del colapso? No debería de jugar con ese fuego, pero de momento, puede.

DISTINTAS APUESTAS DIGITALES

El oro es valor y el dólar es deuda. Esto se entiende bien, y lo aplican los bancos centrales a la hora de rediseñar sus reservas. Su reputación resultó muy dañada con el descontrol inflacionista. Tratan de recuperarla, pero comprar oro para sí y decir a los ciudadanos lo bueno que será el euro digital centralizado regulado con urgencia, no concilia bien. En esto la administración Trump no ha mentido. Prohíbe lo que se está promoviendo en Europa, y apoya la implantación del dólar digital descentralizado. Con su proyecto centralizado, el BCE hace un flaco favor al euro, que tendrá muy difícil por esta vía aspirar a ser un serio rival para el dólar como divisa internacional de reserva.

Nada tiene que ver esto con la cotización entre ambas, que en condiciones de estatus como el actual ha estado en 0.80 y en 1.60. El dólar continuará depreciándose porque EE.UU. está destruyendo su poder blando, pero no tiene rival como divisa de reserva, e iniciativas como las del euro digital centralizado, garantizan que seguirá sin tenerlo. No obstante, podemos estar cerca de un ajuste al alza del dólar. De cierta magnitud. Es una posibilidad, no una certeza. Será como coger un cuchillo al vuelo.

RECAUDAR SIN TRANSFORMAR

Cerrado el capítulo fiscal, resta el arancelario. Estamos en la semana del 9 de julio, fin de la prórroga, y han comenzado a salir misivas hacia los socios con nuevas propuestas de aranceles. ¿Dónde están los 90 acuerdos en 90 días? Volverán amenazas y prórrogas, pero le han tomado la matricula. Después de tanto tiempo a vuelta con los aranceles, acabarán por defenderlos como herramienta recaudatoria. Destruir mucho para recaudar un poco más y no transformar nada.

Los ingresos que no aumentan son los de la masa de votantes republicanos. Comienzan a notarse dificultades y ya hay evidencias como el retraso en los pagos con tarjetas. Las cosas no pintan demasiado bien para ellos. Tampoco es tiempo cómodo para la Reserva Federal, diariamente amenazada. No se despeja, sino que aumenta, la incertidumbre. Los bancos centrales tienen la tendencia a mostrar una apariencia de que las cosas no van mal. En este caso se corre el peligro de que lleguen tarde a atajar los síntomas de recesión. En prevención, han reducido la velocidad de ajuste de su enorme balance. No bajan los tipos, pero evitan reducir la liquidez.

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