La pesadilla electoral regresa a las noches de Sánchez y Feijóo en las urnas gallegas
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La pesadilla electoral regresa a las noches de Sánchez y Feijóo en las urnas gallegas

martes 19 de diciembre de 2023, 01:27h

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Los cuchillos electorales ya vuelan sobre Galicia. Hace cuatro años el Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo como candidato a la Xunta sacó más votos que sus tres adversarios de la Izquierda juntos. 627.762 papeletas frente a 616.470. Cuarenta y dos escaños frente a 33 asientos en el Parlamento autonómico. Cuarta victoria por mayoría absoluta, igualando lo conseguido por Manuel Fraga. La herencia que ha recibido Alfonso Rueda, el actual presidente, que puede adelantar la cita con las urnas al mes de febrero. Las pesadillas de los contendientes están aseguradas.

Cada uno de sus 42 escaños le costó al PP 14.677 votos, mientras que los 19 del BNG necesitaron 16.386 y los 14 de los socialistas gallegos tuvieron que sumar 18.125 votos cada uno. Hay además diferencias notables según las cuatro provincias y la razón por la que todas las formaciones que se van a presentar consideren que los comicios gallegos son la primera y la más importante de las citas electorales del año próximo, la que va a marcar la estrategia de cada una de ellas.

Si en 2020 los 52.380 que consiguió la alianza de Podemos y las Mareas con otros grupos minoritarios de la izquierda no le sirvieron para obtener escaños en el Parlamento autonómico, perdiendo los 14 representantes que tenían desde al año 2016, y menos aún a Vox los poco más de 25.000 que lograron entre las cuatro provincias aquel 12 de julio, cuatro años más tarde las cosas han cambiado y puede que mucho, entre otras razones “ malas” para el Partido Popular es la irrupción en la política local de Ourense del partido Democracia Ourensana, de Gonzalo Pérez Jacome, que a semejanza de lo ocurrido con Teruel Existe o Soria Ya, se alzó con la victoria frente al resto de formaciones.

Con los mismos datos del pasado mes de mayo, DO conseguiría dos escaños, por lo menos unos de ellos a costa del PP. El otro se lo arrebataría a alguno de los tres o cuatro representantes con los que aparecerá la izquierda, desde El PSG a Podemos pasando por el BGN y Sumar.

Esa división puede que sea la mejor baza con la que cuenta Alfonso Rueda para permanecer al frente de la Xunta. La cómoda ventaja que ha heredado puede ser muy frágil si desde la izquierda que dice representar Yolanda Díaz logran dejar a un lado sus animadversiones personales y se presentan en una candidatura conjunta. Tarea difícil viendo lo que ha pasado en las últimas semanas entre la vicepresidenta segunda y las ex ministras Ione Belarra e Irene Montero, esta última casi segura candidata para encabezar la lista de Podemos para las elecciones europeas del mes de junio.

A todo lo que puede aspirar Vox es a conseguir un escaño, poco bagaje pero fundamental si ese exiguo éxito se convierte en imprescindible en caso de que el PP perdiera la mayoría absoluta de la que goza. En las matemáticas que se hacen en los despachos de los grandes partidos las proporciones provinciales de reparto de escaños son tan imortantes como la suma global. No son lo mismo, ni cuestan lo mismo los 25 de A Coruña y los 22 de Pontevedra, que los 14 de Ourense o los 14 de Lugo. Una pequeña variación y el último escaño puede cambiar de color y hacer que la lectura a nivel nacional sea muy distinta: que Feijóo se asiente como gran recambio a Sánchez, sobre todo si es el PP el que resultaba ganador en las Europas, o que comience su declive real como alternativa.

Algo muy parecido pero ocurre dentro de la izquierda y del nacionalismo gallego. El BNG sólo tiene un represente en el Congreso a nivel estatal, pero fue la segunda fuerza más votada en 2020 a nivel autonómico. El objetivo del nuevo candidato de Pedro Sánchez, José Ramón Gómez Besteiro, es restarle votos y escaños a Ana Pontón, la actual presidenta de los nacionalistas, un objetivo en el que compiten con Sumar, que se ha encontrado con el no de los dirigentes de Mareas y Anova, que ya tienen en Martino Noriega a su candidato. A ese proceso se puede añadir la ex secretaria de Estado Angela Rodríguez Pam si Podemos decide concurrir en solitaria. Demasiadas candidaturas en busca de los mismos o muy parecidos votos. UNa ventaja inicial par el Partido Popular, que tan sólo tiene que vigilar a Vox por su derecha.

Dos meses de luchas internas que tendrán esa proyección nacional que buscan tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo. Una auténtica carrera de obstáculos en la que las vallas tienen cuchillos afilados para herir las piernas de los corredores, a unos, los que encabezan las listas, en su propio territorio, a otros en la distancia de las sedes centrales de Madrid.

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