Prisa enfrenta los deseos de Bolloré y Berlusconi, con Ana a la espera

Prisa enfrenta los deseos de Bolloré y Berlusconi, con Ana a la espera

miércoles 26 de octubre de 2022, 03:57h

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Los conjurados no pudieron hacerlo hace cinco años y lo lograron en diciembre de 2020. Querían conquistar el poder y la influencia que emanaba y lo sigue haciendo del Grupo Prisa y, sobre todo, de El País y la Cadena Ser, tanto en España como en Iberomáerica. Joseph Oughourlian se convirtió en presidente desplazando a Javier Monzón, cambiaron las alianzas entre los socios pero la necesidad de financiación no ha cambiado. Amber, el fondo de inversiones del presidente, no está dispuesto a poner más dinero. Busca ayuda y puede que se encuentre, de bruces y con sus brazos financieros esperando, a la mujer a la que hizo a un lado, Ana Botín, que es la mejor opción que va a tener la empresa y los más próximos al Gobierno de Pedro Sánchez para impedir que caiga en manos francesas o italianas.
Ahí es dónde aparecen dos financieros franceses, el dueño de Vivendi, Vicent Bolloré, que ya intentó entrar en el Grupo pero desistió al comprobar la reacción del Gobierno de Pedro Sánchez; y el financiero preferido de Florentino Pérez, nacido en Marruecos pero emparentado con una de las grandes familias de Pakistan, Anas Laghari, también socio en la firma Key Capital hasta hace unos días de Borja Prado, el actual presidente de Mediaset España. Una amistad y confianza que alcanza hasta el abuelo de Anas y que ha servido para ayudar al Barcelona de Joan Laporta, en dos ocasiones, y para crear y fomentar la Superliga Europa. Y aparece, como no podía ser de otra manera, dadas sus ambiciones de crear un supergrupo europeo capaz de competir con los gigantes norteamericanos, Silvio Berlusconi, dueño de Mediaset y “socio” en el poder de la nueva presidente de Italia, Giorgia Meloni, tan capaz de colocar de presidente del grupo en España a Borja Prado como de despedir, tras 25 años de entrega empresarial, a Paolo Vasili. Nada es personal, tan sólo son negocios.
La madeja del poder, en estos días, está más enmarañada que de costumbre, y llega tan lejos que hay que hacercarse a Colombia y sus recientes elecciones para encontrar a otro de los grupos que aparecen en esta teatral tragedia financiera, el que forman el ex ministro y exfiscal general de ese país, Fernando Carrillo y su cuñado, ya socio del club Zaragoza y muy relacionado también con el actual Sevilla, socio del propio Oughourlian en operaciones financieras, Gustavo Serpa. Como protagonistas de la obra, y casi siempre detrás del escenario, están un grupo de los amigos que fueron del exvicepresidente del gobierno Aznar y ex director general del FMI, Rodrigo Rato.
Para entender bien lo que está ocurriendo en esa búsqueda desesperada de fondos y de nuevos socios, tras la acertada y casi salida total de Telefónica del accionariado y la llegada del grupo encabezado por los “Migueles” ( Barroso y Contreras ) junto a Andrés Varela Entrecanales, Alberto Knapp, Daniel Romero-Abreu y otros diez socios más que han aportado cantidades que van desde los cien mil al millón de euros hay que viajar en el tiempo. En este tercer acto de la historia, que es más política que empresarial y periodística, tengo que rescatar parte de uno de los capítulos que describen lo ocurrido en el segundo trimestre del año 2017, cuando todo parecía sonreirle al entonces inquilino de La Moncloa, cuando el Rey Juan Carlos I mantenía una considerable influencia pese a haber abdicado tres años antes del trono, y se percibía como un imposible que el actual presidente del Gobierno alcanzara el poder que detenta en estos momentos, pese a la crisis económica y a la espera de la doble presidencia internacional a la que aspira entre noviembre de 2022, en la Internacional Socialista, sustituyendo a Yorgos Papandreu, y en la Unión Europea en el semestre que cerrará el 2023. Luego las elecciones generales.
CINCO AÑOS FRENTE AL MURO
Es viernes, 21 de abril de 2017, y Cesar Alierta llega al despacho que fue suyo en el distrito C de Las Tablas. Su sucesor al frente de Telefónica le espera. Un año después del cambio en la presidencia las diferencias entre ellos no han hecho más que aumentar. Alierta lleva semanas quejándose. Asegura a todo aquel que quiere escucharle dentro y fuera de la compañía que José María Alvarez Pallete no está cumpliendo con los acuerdos a los que llegaron para dejarle al frente de la operadora hace justo un año.
Hora y media de conversación en la que el ex presidente insiste en su deseo de permanecer en el Consejo otros dos años y en la conveniencia de cambios en el grupo Prisa con la sustitución de su presidente, Juan Luís Cebrian, y de su consejero delegado, puesto para el que ha pensado en Luis Velo, tres deseos que no comparte su sucesor, que le recuerda que el 13% del capital del grupo de medios que posee la operadora no puede servir para actuaciones y venganzas personales, que la compañía tiene que alejarse de las "patatas calientes" que representan los medios de comunicación y dedicarse de lleno a reducir la deuda de 50.000 millones de euros que arrastra.
RATO Y LA SEGURIDAD
Hablan también de los efectos del "caso Rato" en la compañía y de la "auditoria" que el nuevo responsable de seguridad está realizando en todos los ámbitos de la operadora, sobre todo en Iberoamérica., una labor necesaria y para la que ha vuelto a contar con el ex comisario José Luís Rodríguez Zarco, quien fuera responsable de las relaciones institucionales de Telefónica en Argentina durante el largo mandato de la familia Kirchner, y que dejó la compañía casi al mismo tiempo que otro ex policía, Florencio San Agapito, uno de los hombres que más secretos atesora y guarda de la España de los últimos 40 años y que ha acompañado a Alierta desde Tabacalera a Telefónica.
Los dos representan el equilibrio entre el ayer y el futuro de los controles de seguridad en la compañía, sin saltos en el vacío, sin que nadie se sienta "olvidado" de cara a la primera compañía del país, ni la policía, ni la guardia civil - también se incorpora un miembro de la UCO - ni por supuesto el CNI. Alvarez Pallete es consciente de lo mucho que está en juego y de que no puede equivocarse al elegir a aquellos que cuidan de los secretos, su futuro depende de los contrapesos que ponga en marcha. Y lo hace con la seguridad de que los nuevos, los que acaban de llegar ya le ayudaron a descubrir quién vigilaba su casa, quién tenía curiosidad por saber cada uno de sus pasos. Detectives privados de los que ya se saben sus nombres y apellidos y, por supuesto, quién los pagaba y para qué querían esa información personal.
COMIDA CON UN NO EN BARCELONA
Su chofer está esperando a Cesar Alierta a la salida del edificio central del Distrito C para llevarle al aeropuerto y a uno de los jets privados de la compañía. En Barcelona, su amigo y compañero en la fundación Pro Futuro, la que han constituido con el amigo personal y de la infancia del Papa Francisco, le espera para comer. Isidre Fainé, el ex presidente de Caixabank está ahora al frente de la Fundación bancaria y ha quedado con José María Alvarez Pallete en que intentará convencer a Cesar de la conveniencia para todos, empezando por él mismo, de su salida del Consejo. Las presiones políticas se han sucedido en las últimas semanas con motivo de los intentos de arrebatar la presidencia del grupo Prisa a Juan Luís Cebrian. El periodista no acepta su salida y ha movido con habilidad sus resortes en el mundo político y financiero.
Alierta como Fainé y Ana Botín han recibido la llamada de Juan Carlos de Borbón pidiéndoles que cesen sus ataques a Cebrian recordándoles sus antiguas relaciones de amistad, forjadas y mantenidas en las reuniones que han celebrado en los últimos dos años en la casa de Alierta en La Moraleja en las que el Rey emérito y los dirigentes empresariales y financieros examinaban la deteriorada situación política española y la necesidad de cambios, incluida la presidencia del gobierno y la sustitución de Mariano Rajoy por otro dirigente de su partido.
Era una operación para la que creían poder contar con el resto de integrantes del Consejo de la Competitividad, el lobby de las grandes empresas españolas constituidas para "ayudar" a la clase política en sus decisiones y que entraría en descomposición tras la muerte de Emilio Botín y la llegada a la presidencia del Santander de su hija Ana, una persona a la que las "conspiraciones de salón" no le gustaban lo más mínimo y que lo hizo saber de la forma más radical y directa posible: dejando de acudir a las reuniones que convocaba el Consejo en la sede de Telefónica.
Necesidad que los invitados al domicilio particular de Alierta "alargaron" al cambio en la secretaria general del PSOE ante lo que consideraban "falta de sentido de estado" por parte de Pedro Sánchez. Los nombres de Soraya Sáenz de Santamaría y Susana Díaz sonaron más de una vez, el último puesto sobre la mesa por otro de los asiduos a esas reuniones, el ex presidente del gobierno Felipe González. De ahí que fuera el propio ex presidente quien mandara uno de los aviones de la compañia a recoger a la presidenta de la Junta a Sevilla para mantener una reunión con los conjurados en el despacho del nuevo presidente de Telefónica aprovechando que José María se encontraba en Londrés, en su piso del barrio de Belgravia en el que también tienen residencia Ana Botín y su marido, Guillermo Morenés, primo del ex ministro de Defensa y actual embajador en Washington.
LA DUREZA DE FG
Desde hace meses la alargada sombra de Rodrigo Rato se extiende por casi todas las empresas del Ibex 35, sobre todo por aquellas que han tenido relaciones económicas con el ex ministro tras su regreso a España y su posterior salida de Bankia. Alierta le contrató y le ha defendido, no así el ahora único superviviente de los financieros que alcanzaron el poder empresarial de la mano de Rato en 1996 tras la llegada al poder de José María Aznar. Se trata de Francisco González, el más duro y directo en su "recomendación" a su antiguo compañero en los asuntos de Bolsa. Cesar tiene que irse y así se lo hace saber a través de dos emisarios: FG está dispuesto a votar en su contra en el Consejo del dia 4, no hay excusas. El tendrá que hacer lo mismo en el banco tras la negativa del BCE que preside Mario Draghi a cambiar sus reglas en cuanto a la edad de jubilación de los presidentes de las entidades financieras.
La ductilidad con que Isidre Fainé intenta convencer a Alierta durante el almuerzo en la Ciudad Condal no funciona y así se lo hace saber a Alvarez Pallete. El aragonés se ha cerrado en banda y se niega a dejar el Consejo. El presidente de Telefónica encuentra una solución de urgencia para evitar un choque que a nadie interesa: retrasar unos días la reunión del Consejo en la que se van a plantear los cambios en el mismo y, mientras tanto, aumentar la presión sobre su antecesor a través de los amigos que mejor le conocen y que pueden convencerle, entre ellos y muy en primer lugar dos: el presidente del BBVA y el director del CNI, el teniente general Felix Sanz, el hombre que ha recomendado y ha dado vía libre a la contratación de otros agentes de la División de Información para varias empresas del Ibex.
MARIANO RAJOY SALE ILESO
Son palabras duras y directas de antiguos amigos a las que como astuto aragonés, Alierta hará caso mientras asiste al funeral por su mujer en Zaragoza, se manifiesta a favor de la educación concertada, y pasa unos días en la estación de esquí de Candanchú. Si tiene que irse se irá, pero conservando su puesto en la Fundación, en China Unicom, en DTS y en la Fundación Pro Futuro que preside el,argentino Julio Rimoldi, en la que también está Fainé y que se encarga de la educación de niños en el llamado Tercer Mundo y , por supuesto, mantener sus personales y privilegiadas relaciones con el Papa Francisco. También, le dice a Pallete, seguir acudiendo a las comidas que el presidente de Nestlé organiza cada mes en su casa y a las que invita a destacados líderes de la política europea.
El largo puente de mayo en Madrid resulta esencial. Las batallas subterráneas y entrecruzadas entre el mundo de la política y el mundo empresarial y financiero se suceden, con un claro ganador final, al menos de momento, Mariano Rajoy. El presidente del gobierno ha desarticulado todas y cada una de las "operaciones" en su contra y son ahora sus adversarios los que se sienten en peligro. Alguno, incluso, plantea la posibilidad de que Alierta renuncie también a la presidencia de la Fundación y se aleje de toda actividad pública a disfrutar de la fortuna que ha acumulado a lo largo de su carrera profesional, entre otros de los 54 millones de euros que le corresponden de su pensión y del blindaje que tiene en Telefónica.
Además de mantenerse en el Consejo de Telefónica y presidir la Fundación, el que fuera presidente durante dieciséis años quería mantener su "poder político", su capacidad de negociación hacia el exterior sobre todo en el campo mediático y en sus relaciones con los partidos políticos. Una forma de ser, en realidad, una especie de "presidente emérito en la sombra" respaldado por el poder de la operadora.
JUAN LUIS SALVA SU CABEZA
Quería manejar desde la Fundación las relaciones con los medios de comunicación pero aceptó que Alvarez Pallete incorporase a su propio equipo, en una transferencia de "poderes" modélica entre Marisa Navas, la eficaz periodista que ha acompañado a Alierta desde sus tiempos de Tabacalera, y José Luís Gómez Navarro, un experto en comunicación y marketing empresarial que venía de asesorar, entre otras empresas, al mismísimo imperio de Amancio Ortega. A cambio el presidente aplaza sus deseos de cambio en Movistar y en DTS, cuyas presidencias ostenta Luís Blasco, el amigo de la infancia de Alierta, y deja via libre para que Luís Velo intente aterrizar en el grupo Prisa como consejero delegado en sustitución de José Luís Sáenz Díaz, el hombre que hace tres años sustituyó a Fernando Abril Martorell, hoy al frente de otra empresa en el punto de mira, Indra. Se trata de mejorar la gestión del grupo mediático y Cebrian puede aceptar un cambio que le permita, al mismo tiempo, quitar presión sobre su propia presidencia.
El presidente de Prisa mantiene una relación directa y continua con la vicepresidenta del gobierno pero llegada la hora de defender su posición como presidente pide cita con Mariano Rajoy, algo que también hace Felipe González, los dos unidos en el mundo de los negocios a través de la petrolera Star Petroleum de su amigo iraní Massoud Zandi, metido a su vez en una doble guerra: interna con otros de los socios, entre los que están Javier Merino, Guillermo Mesonero Romanos, Alberto Alcocer y un hombre clave para muchos de ellos por las relaciones que mantiene en Méjico, Antonio Navalón; y externa con el gobierno de Sudán del Sur, dispuestos a cortar los acuerdos de extracción y explotación que les había concedido gracias a los buenos oficios del ex presidente de gobierno español y que pueden terminar en manos de Total y Chevron.
MIEDO EN EL IBEX 35
Si el detonante de la sucesión en la presidencia de Telefónica en abril de 2016 fueron las relaciones y la presencia de Rodrigo Rato en la operadora, el fantasma judicial del ex ministro de Economía y Hacienda de Aznar, ex director general del FMI y ex presidente de Bankia, vuelve a aparecer a finales de marzo y principios del mes de mayo desde los juzgados de la Plaza de Castilla y desde la sede de la Audiencia Nacional, con una palabra maldita escrita en los sumarios: malversación, una "puerta" que de tomar carta de naturaleza en los autos de los dos magistrados que llevan los sumarios puede producir muchos quebraderos de cabeza en varios dirigentes empresariales, sobre todo en aquellos que estuvieron al frente de compañías privatizadas por los gobiernos del Partido Popular y con Rato en el Ministerio de Economia y Hacienda. Nuevos datos aportados por la UCO sobre su fortuna llevan al núcleo duro de Telefónica a pensar en que el tiempo de su expresidente en el Consejo, e incluso en la Fundación, ha llegado a su fin.
Priman las necesidades y la imagen de Telefónica y de sus principales socios sobre los años de amistad de sus protagonistas. Además, Alierta creía que había llegado el momento de actuar de forma directa sobre el grupo al que cree "haber salvado de la quiebra" junto a los que ivan a ser sus acompañantes en la "Operación Prisa". Se trataba " sólo " de sustituir a Juan Luís Cebrian en la presidencia del grupo mediático.
La suma de porcentajes societarios para el "golpe de mano" y colocar a su lado a la Caixa, al Santander y a los fondos norteamericanos le llevan a pensar que ya tiene el 54% de las acciones y los votos necesarios. Alierta se equivoca en sus sumas: no controla el 19% que tienen los 4 fondos de Amber Capital, ni el 13,1% de Telefónica, ni el 4,9% de Caixabank, ni el 4,6% del Santander, ni el 9,6% del HSBC, ni el 3,3% de Abante Asesores.
Una cosa es que los Fondos defiendan sus intereses y sus inversiones - entre las que están recuperar cerca de mil millones de euros antes de que se cierre 2017 - y otra que Mark Gallogly, Robert J. O´Shea, Daniel Och y Marc Stacy entre otros le vayan a dar los apoyos que necesita para sus ambiciones y para, lo que creen en Moncloa, montar un "aparato de defensa" desde los medios para él y sus amigos.
Ni el sultán de Catar, Abdullah Al Thani, ni el presidente de Liberty, Nicolas Berggruen, quieren participar en guerras personales en España. Han invertido varios cientos de millones y lo que desean es recuperarlos con su beneficio correspondiente, lo mismo que el mejicano Roberto Alcántara con su 9,3% de Prisa o los que participan en BH Stores con el 3,85%. Y si se trata de ser duros, ahí están los fundadores de Amber, Joseph Oughourlian y Michel Brogard.
Una gran parte de los fundadores y administradores de los Fondos han pasado por Goldman Sachs y saben cuándo y dónde presionar para no perder dinero. De la misma forma que lo sabe Santiago Satrústegui Perez de Villamil desde Abante quien desde la presidencia de Abante envía una carta a los inversores pidiendo un cambio en la presidencia de Prisa. El conoce bien los ámbitos financieros y Luis Angel de la Viuda, suegro de Policarpo Gonzalez del Valle,los periodísticos. Lanzar un órdago para tener capacidad de negociación más tarde. En la memoria tienen la boda de Gadea en el monasterio cisterciense de Cardeña, a la que asistió Luís Blasco, el protegido amigo personal de Alierta.
El gran golpe que podía cambiar el mapa mediático de España a través de las fusiones entre los cuatro grandes medios se disuelve como un azucarillo en una taza de té bien caliente. Los aparentes equilibrios entre los tres mundos, el de la política, el de las finanzas, y el de los medios de comunicación hay que mantenerlos. Cesar Alierta lo asume el cuatro de mayo cuando, tras presentar su renuncia a permanecer en el Consejo de Telefónica, se marcha a comer en solitario y se encuentra en el comedor con José Luís Rodríguez Zarco. No necesitan muchas palabras para entenderse. En los cajones siempre hay un dossier que debe criar telarañas.
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