Belarra y Monterorecorren el msmocamino que Arrimadas
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Belarra y Monterorecorren el msmocamino que Arrimadas

lunes 24 de octubre de 2022, 05:46h

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Sin Pablo Iglesias al frente el Podemos que hoy dirige el trriunvirato formado por Ione Belarra, Irene Montero y Lilith Verstringe camina por los mismos senderos que han transitado Alberto Rivera e InésArrimadas. Ciudadanos es apenas una sombra de lo que fue y Podemos está cercado por los cuatro costados: por la derecha está Iñigo Errejón y su Más País, por la izquierda asoma de nuevo el PCE de Enrique Santiago, por el frente está Yolanda Díaz que busca la “coronación politica” sin arriesgar con Sumar, y en la retaguardia forman filas desde Teresa Rodríguez a Ada Colau y Marcos Palomo, lo nuevo y lo viejo que encajan en la antigua ORT.

Refugiadas en el feminismo insurgente, tan incomprendido por la mayoría de los ciudadanos, como fervorósamente aplaudido por sus incondicionales, tanto Belarra como Montero y Verstringe se alejan de aquellos 71 escaños que Podemos consiguió en 2015 pero que, en 2019, se quedaron en 35 si contamos con todas las confluencias que tuvieron presencia en sus candidaturas. El desgaste de Ciudadanos fue más rápido y llevó al abandono de Rivera de la actividad política; el de Podemos está siendo más lento por una única y gran razón; detrás del centrismo de Ciudadanos no había historia, tan sólo ambición y mercadotecnia; dertrás del llamado socialismo radical de Podemos o de Unidas Podemos está una historia de cien años articulada en torno al Partido Comunista.
Los dos antiguos líderes comparten el mismo trágico destino político: no pueden, ni quieren volver a la vida pública. Están amortizados. Uno se quiso dedicar al derecho mercantil al máximo nivel y ha fracasado por confundir las relaciones que se tienen y obtienen cuando se ostenta un cargo público con poder y las que nacen del conocimiento y el esfuerzo en el sector privado.. Otro quiere volver a la Universidad pero, de forma increible, los responsables de la Facultad de Periodismo le han delegado su solicitud para dar clase con el peregrino, injustificado, banal y se puede decir que hasta torticero argumento de que no tien experiencia en los medios de comunicación. Seguro que muchos de los profesores que están la nómina del claustrro no tienen ni un diez por ciento de la experiencia que atesora el antiguo responsable de Podemos.
A Ciudadanos le comenzaron a enterrar las urnas tras los vaivenes de sus dirigentes; a Podemos ya le están echando la tierra encima por los mismos motivos. Rivera dejó una herencia maldita y un previsible desastre en manos de una única persona pero sin ataduras autonómicas y barones territoriales que, desde el primer momento, le hicieron sentir a Arrimadas que su liderazgo era débil y tenía que ser compartido. De derrota en derrota hasta su desaparición total, algo que podremos comprobar en apenas siete meses.
Podemos nació como una excrescencia incómoda para la Izquierda Unida que tuvo con Julio Anguita su máximo esplendor cuando hasta se permitió soñar con un “sorpasso” sobre el golpeado PSOE gracias a una alianza imposible con el emergente Partido Popular de José María Aznar; y un Partido Comunista al que se encargaron de anquilosar y hasta casi destruir tanto Felipe González desde el exterior como Santiago Carrillo desde el interior, con la eficaz colaboración de lucha de egos entre Gaspar Llamazares y Felipe Alcaraz. España ya había cambiado y no se dieron cuenta. Se quedó, eso sí, el esqueleto de aquel partido que habían fundado José Díaz y Dolores Ibarruri y que logró durante todo el franquismo ser el único referente de la oposición.
Doce batallas autonómicas y 8.112 municipales les esperan. La desaparición de Ciudadanos está cantada, pues ya ha sucedido en Madrid, en Andalucía, en Cataluña y en Castilla y León; la nueva bajada a los infiernos de la izquierda a la izquierda del PSOE se inició también en Madrid y ha quedado patente este mismo 2022 en Andalucía con esa mayoría absoluta del PP de Juan Moreno y esos exiguos 7 escaños que lograron Inmaculada Nieto con “Por Andalucía”, uno menos que en el anterior Parlamento, y los raquíticos dos de Teresa Rodríguez con “Adelante Andalucía”, muy lejos de los nueve de la anterior convocatoria. Las divisiones se pagan muy caras cuando se ayude a las urnas y se solicta el voto de los ciudadanos, y las venganzas en frio hasta se saborean mejor.
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