Montoro tiene la tabla de salvación de Rajoy
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Montoro tiene la tabla de salvación de Rajoy

lunes 19 de marzo de 2018, 18:24h

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Si el Gobierno ultima antes de que termine el mes de marzo los Presupuestos Generales del Estado y los envía para su tramitación al Congreso habrá puesto a la única tabla de salvación que le queda al gobierno de Mariano Rajoy sobre las peligrosas aguas de la política nacional. Y esa tabla la tiene que terminar de fabricar el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro.

De Montoro depende más que nunca que el Partido Popular encuentre una ruta viable para presentarse con ciertas garantias de éxito ante los electores dentro de unos meses. Y lo tiene difícil, muy difícil.

Para que los PGE salgan adelante el gobierno cuenta con sus 137 diputados. Necesita 40 más y esos están en poder de Ciudadanos, el PNV y los dos testimoniales canarios. Albert Rivera ha puesto sus condiciones de inversión y aplicación del gasto, y su intención de obligar a la dimisión de la senadora Barreiro ha perdido muchos enteros tras las decisiones judiciales sobre ella. A nivel puramente económico no existen diferencias. Incluso Ciudadanos es más “capitalista” liberal que el PP.

Con el PNV las cosas son diferentes, no hay problema económico gracias a los acuerdos sobre las transferencias fiscales de 5000 millones que consiguió el lendakari Urkullu. Aquí el problema está en la política de gestos, símbolos y normas legales que los nacionalistas vascos quieren trasladar ante su electorado, con lo “último” que es que el famoso artículo 155 desaparezca de la Constitución, una exigencia que claramente el Ejecutivo de Rajoy y su partido no puede, ni quiere, ni debe plantear en estos momentos. Tal vez una nueva excusa nacionalista para decir no a los Presupuestos y “obligar” al presidente a adelantar las elecciones generales.

Las bazas de Rajoy y de Montoro dependen también del déficit español y de las exigencias de Bruselas y del BCE. Estamos por encima de del 3% que el resto de países del euro están cumpliendo, lo que nos lleva a seguir “intervenidos” y a que como dice el presidente en su rueda de mítines “no pueda subir las pensiones”. Como político a las puertas de varios procesos electorales en los que se juega todo, estaría diuspuesto a sobrepasar el más que exiguo e injusto 0,25%, pero eso dispararía el déficit y mantendría el tutelaje europeo sobre nuestro país. No lo puede decir sin caer en nuevas contradicciones, ni explicar bajo ese prisma el rescate de las autopìstas radiales por una cifra similar a la que se llegaría con la aplicación del IPC a la subida de los pensionistas, que sería estructural y no puntual como en el caso de las infraestructuras.

La tarea que tiene entre sus manos Cristobal Montoro es la de cuadrar el círculo. Debe buscar dinero para “contentar y contener” a los pensionistas, que eran y son la base más importante del voto popular y cuya pérdida le puede hacer perder no sólo las elecciones sino incluso el segundo puesto en esa carrera. Y debe hacerlo sin alterar el recorte del déficit público, algo que tiene que conseguir bajo la nueva dificultad de haber abierto la puerta al gasto de las Comunidades autónomas y los Ayuntamientos.

Si cualquier presidente de gobierno debe tener a su ministro de Hacienda como la “madrastra” de sus decisiones políticas, como el malo de las películas sociales y culturales del país, en España y ahora esa máxima es más complicada de cumplir que nunca. Rajoy sabe tal vez mejor que nadie que su salvación personal como líder político y la de su partido como eje del centro derecha nacional dependen mucho más de su política social que de la crisis de Cataluña. Puede que ambas se retroalimenten llegado el mmento de votar y por eso cuanto más lejos aparezca ese momento, mejor.

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