Si se cumplen las previsiones de todos los sondeos electorales, incluido el del CIS, y las sensaciones internas que existen en el PSOE por parte de la mayoría de sus dirigentes, dentro de diez días los socialistas van a sufrir en Extremadura la primera de sus grandes derrotas electorales, al quedar la candidatura que encabeza el procesado Miguel Angel Gallardo por detrás de la popular María Guardiola y del portavoz de Vox, Óscar Fernández. Puede que la candidata de Unidas por Extremadura, la coalición en la que están Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, Irene de Miguel se salve del derrumbe general de la izquierda pero quedará de forma testimonial ante una derecha que tendrá que unirse para formar gobierno.
Con el envío a juicio oral de José Luís Abalos y Koldo García, con peticiones de más de cuarenta años de cárcel entre los dos, y nueve para Víctor de Aldama por el “ caso mascarillas”, acusados de siete delitos graves, y que es tan sólo el primero de los juicios a los que se enfrentarán; más las detenciones de Leire Díez, del ex presidente de la SEPI y del socio de Santos Cerdán,el empresario Antxon Alonso, junto a nuevas investigaciones de la UCO sobre Forestalia y la aerolínea Plus Ultra, la acumulación de “danas” políticas, que aparecían como las principales tormentas que dañarían al PSOE y por extensión a Pedro Sánchez - con los sumarios de su mujer y su hermano avanzando por separado - se están quedando en un segundo plano ante la avalancha de denuncias por acoso sexual contra varios dirigentes regionales socialistas que les están obligando a dimitir o a ser expulsados del partido.
Una suma de desastres políticos que van a descargar con fuerza en los próximos procesos electorales que van a llegar a partir del domingo 21 de diciembre y que seguirán con las citas a las urnas en Castilla y León, Andalucía y con bastante probabilidad de Aragón, y en el resto de las Comunidades que gobierna el Partido Popular, con la excepción de la Comunidad Valenciana. Todas ellas en la primera mitad del año 2026.
Si las presuntas corrupciones de dirigentes socialistas, que han estado muy cercanos al presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE, ya eran de un carácter muy explosivo, la llegada del tsunami feminista ha convertido el futuro del socialismo en una incógnita que puede llevar a toda la organización al peor de los escenarios posibles; y en la mejor de las noticias para la oposición. Pedro Sánchez lo tendrá cada día más difícil para mantenerse en La Moncloa sin convocar elecciones generales anticipadas mientras que Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular ven más cerca su deseo de conseguir el Gobierno de España e incluso de aumentar su poder en las Comunidades Autónomas y en los principales Ayuntamientos de cara a la Primavera de 2027.
Todos los que hayan visto la película “La Tormenta perfecta” de Wolfgang Petersen, rodada en el año 2000 y con un reparto de lujo que encabezaban George Clooney, Mark Wahlberg y Diane Lane, recordarán que la necesidad económica que tiene el patrón del pesquero “Andrea Gil” le hace salir a faenar pese a las advertencias del temporal que se avecina. Convence a la tripulación, zarpa y justo cuando cree que está venciendo a los elementos marinos, llega la gran ola de más de de treinta metros de altura y vientos de 180 kilómetros que hunde la embarcación y acaba co la vida de sus tripulantes.
Una historia real que sucedió en 1991 y que le sirvió a Sebastian Junger, seis años más tarde, para escribir una historia que explica muy bien la desesperación que sienten un grupo de marineros a los que el destino les ha escrito un final que ellos se resistían a aceptar. Esa “tormenta perfecta” es la que en estos momentos azota el mar político de España y contra la que trata de sobrevivir el “patrón” de ese pesquero que es el PSOE, que se ha ido transformando de la mano de Pedro Sánchez desde que regresó a la Secretaria General.
A cada ola gigantesca le sigue otra aún mayor sin que se pueda delimitar el alcance político de cada una de ellas. Si el principal damnificado es el PSOE - que explica los enfrentamientos internos del partido y la posición de una parte de la vieja guardia que encabeza Felipe González - sus socios de investidura y de Gobierno también se ven afectados, por más escándalos que aparezcan y se asomen a la vida pública desde las áreas del PP y de Vox. Vamos a ver una sucesión de escándalos que llevarán a los ciudadanos a preguntarse si merece la pena votar en las elecciones cuando sus preferencias en los partidos les defraudan día tras día. Un aumento de la abstención, hoy, es otra baza a favor del Partido Popular y de Vox. La primera de las citas, en Extremadura, van a marcar el futuro inmediato.
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