El adiós del Fiscal General favorece al PSOE y a Vox y castiga al PP
Ampliar

El adiós del Fiscal General favorece al PSOE y a Vox y castiga al PP

martes 25 de noviembre de 2025, 07:28h

google+

linkedin

Comentar

Imprimir

Enviar

La obligada dimisión del Fiscal General, García Ortíz, tras su condena por la Sala Segunda del Supremo, le está sirviendo al PSOE para recuperar una parte del pulso político que lleva perdiendo desde los casos judiciales por corrupción del “equipo” que formaron José Luís Abalos, Koldo Garcia y sobre todo Santos Cerdán. Los militantes y votantes del Partido Socialista encuentran en la decisión del tribunal que ha juzgado a García Ortiz una base de crítica y de resistencia frente a lo que consideran operación de la derecha pol´ñitica o para obligar a Pedro Sánchez a dimitir o convocar elecciones generales. Dicen desde el Gobierno y desde la dirección de Ferraz que la “victoria” de Isabel Díaz Ayuso terminará volviendo se en contra de los intereses de Núñesz Feijóo cuando se vaya a las urnas.
El análisis que hacen es bastante simple y, por esa razón, puede ser eficaz y cumplirse.Por un lado se juntan las presuntas corrupciones personales del ex-ministro y del ex secretario de organización - sin olvidar la derivada del intermediario Aldama en todos los puntos de esos sumarios - con el procesamiento, juicio y condena del Fiscal General, considerada como injusta y que obedece a una maniobra de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que estaría apoyada por la interpretación que han hecho cinco magistrados de la Ley. Las posibles corrupciones, que tardarán en juzgarse, quedan opacadas por la “persecuón política” al Fiscal General, dentro de un caso en el que González Amador aparece como defraudador a Hacienda y, al mismo tiempo, vencedor e indemnizado por la filtración de la negociación de su abogado con la inspección fiscal. Lo último sirve para tapar electoralmente lo primero.

Si el PSOE como partido y Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y Secretario General y futuro candidato de cara a las elecciones generales, ya está obteniendo los beneficios de este clima de guerra total entre los dos grandes partidos, el tercero en la lucha por los votos y los escaños, el Vox de Santiago Abascal, mantiene su subida en las encuestas y en la imagen de “independencia” respecto a los escándalos. El último de los sondeos, el del CIS catalán, así lo demuestran junto a la tambien imparable subida de la Alianza Catalana de Silvia Orriols, con el PP de Cataluña como víctima.

El flanco más débil del Partido Socialista se encuentra a su izquierda. La debilidad personal de Yolanda Díez y su proyecto de Sumar, sumado a las peleas internas de ese Bloque electoral, del que se desgajó Podemos, no sólo no le da la suficiente energía a la hora de captar los votos y los con siguientes escaños; una buena parte se marcharía a la abstención e incluso otra al pecibido como más radical y fuera de la lucha de cuarenta años entre la izquierda socialista y la derecha conservadora. Vox crece y se presenta, al igual que está pasando con partidos afines en toda Europa, como la alternativa a ese sistema bipartidista que pretoriana sus peleas internas y personales por encima de los deseos y problemas diarios de los ciudadanos.

Si esa izquierda del PSOE se presenta dividida, sus actuales 31 escaños a nivel nacional se pueden quedar en menos de la mitad, perjudicando la posibilidad de renovar una alianza política de siglas como la que consiguió que Pedro Sánchez se sentara en La Moncloa en 2018 y se mantenga hasta ahora. Una unión en la lista común no le restaría votos a los socialistas, todo lo contrario, reforzaría el mensaje de la izquierda global como única barrera para detener el avance de la derecha más dura. La vieja teoría de la conspiración se impondría sobre la realidad de los sumarios en los que aparecen como inculpados desde la mujer del presidente del Gobierno y su hermano al de Abalos, Cerdán y compañía.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios