Abrabanel, la familia judía que financió la conquista de Granada y el viaje de Colón

Abrabanel, la familia judía que financió la conquista de Granada y el viaje de Colón

martes 02 de enero de 2024, 20:04h

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Sin la ayuda financiera del judío Isaac Abrabanel a los Reyes Católicos más a Isabel que a Fernando, que obtuvo más beneficios aportando mucho menos dinero - no habrían conquistado el reino árabe de Granada el dos de enero de 1492, ni Isabel de Castilla habría tenido dinero suficiente para que Cristóbal Colón iniciara su viaje en busca en una nueva ruta hacia las Indias el 3 de agosto de ese mismo 1492. Sin la sabiduría financiera y la capacidad de organización de la tesorería Real, la España cristiana no habría podido vencer al Rey Boabdil cuando lo hizo, ni las Tres Carabelas habrían partido del puerto de Palos de Moguer cuando lo hicieron.

La historia cristiana de nuestro país está muy ligada a la historia de los judíos que tuvieron que emigrar de Israel tras la destrucción del Templo de Jerusalén por el Rey de Babilonia, Nabucodonosor, en el año 587 antes de Cristo. Los judíos tuvieron que huir y en esa hégira estaba la familia Abrabanel, que se consideraba a sí misma descendiente del mítico Rey David.

Seiscientos cincuenta años más tarde, el templo, que se había reconstruido, fue nuevamente destruido , está vez por las legiones romanas. Dos mil años más tarde son los descendientes de aquellas familias, que regresaron a Israel desde todos los puntos del mundo a partir de 1948, los que están obligando de la misma forma, a sangre y fuego, a huir y exiliarse a millones de árabes palestinos.

Benjamín Netanyahu y los dirigentes de Israel más extremistas están causando el mismo dolor que les causaron a sus antecesores, sin importarles lo que opinen las organizaciones internacionales, con la ONU a la cabeza. Si hace 2.700 años era el Imperio el babilónico el que imponía su voluntad, de la misma forma que lo hizo Roma siglos más tarde, hoy Roma se ha transformado en Washingtón y el Imperio impide con su decisivo voto que puedan iniciarse las necesarias conversaciones de paz para que acabe la barbarie en Gaza y Cisjordania

Para no alejarme de nuestra propia historia como país, tan celebrada como Reconquista y descubridora de un Nuevo Mundo, que hasta el Día de la Fiesta Nacional es el 12 de octubre, fecha en la que los primeros españoles pusieron pie a tierra en América, los gobernantes desde aquel dos de enero de 1492 se han dedicado en mayor o menor medida a zaherir a Boabdil como un Rey temeroso y pequeño y a ocultar que sin los dineros que prestaron a la Corona la familia Abrabanel, ni lo uno, ni lo otro hubiera sido posible , por lo menos en aquel año y de forma tan dura y costosa. A árabes y judíos se les premió meses más tarde con la misma moneda, o se convertían al catolicismo o tenían que marcharse casi con lo puesto. La pena por no hacerlo podía ser la hoguera.

Los Abrabanel aguantaron unos años más, por la necesidad de ellos que tenían los Reyes Católicos para llevar al día las cuentas de sus Reinos, y por el dinero que tenían que aportar cada año para no ser expulsados de la Península. Lo habían hecho de Portugal y terminaron haciéndolo de España tras pasar por Extremadura y Alcalá de Henares para terminar en el Reino de Nápoles, acogidos por la familia Alvarez de Toledo, y sobre todo por ser una Abrabanel, Bienvenida, la maestra y tutora de Leonor de Toledo, que terminaría siendo duquesa de la Toscana por los pactos entre los Monarcas españoles y el Papado, tanto para aportar dinero y tropas contra el Rey francés, como para impedir que la llamada Juana “la Beltraneja” peleara por sus derechos sucesorios.

Las mismas ambiciones e intereses que vemos cada día en este inicio de 2024, tan parecido al final de 2023. Las mismas guerras y muy perecidos escenarios, con las “Tres Religiones” del Libro enfrentadas por la interpretación del mismo, Jerusalén como centro neurálgico del conflicto. Ni Israel puede perder, sabiendo que tampoco alcanzará la Paz a largo plazo; ni los distintos dirigentes árabes aceptarán nunca la división en dos estados que se firmó en la ONU en 1948, tras 20 años de guerra sorda iniciada bajo la administración de Gran Bretaña y, también, con los dineros que puso sobre la mesa otra familia de judíos, los Rostchild.

Si la España de los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II se equivocó de forma grave con la expulsión de árabes y judíos por motivos religiosos y con la Inquisición como eficaz gendarme de la fé; lo mismo está haciendo en estas fechas del siglo XXI la Comunidad Internacional en su conjunto y Europa de forma muy particular. Israel en su conjunto se parece muy mucho a la Ucrania anterior a la invasión rusa y ambos conflictos terminarán de la misma manera, con un reparto de tierras y fronteras y la semillas preparadas para futuros enfrentamientos.

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