La guerra de los Rose
Ampliar

La guerra de los Rose

martes 22 de febrero de 2022, 06:31h

google+

linkedin

Comentar

Imprimir

Enviar

Una generación de miopes e inmaduros que ha confundido el ejercicio del poder con su aprovechamiento personal sin rivales en el horizonte, tiene en sus manos los destinos de este pais

Hace años vi la película “La Guerra de los Rose” en la que un matrimonio se divorcia a hostias y los espectadores se parten de risa. La nueva versión a la española de este film que están emitiendo en directo todas las televisiones, tiene menos gracia que el original porque sus consecuencias en vez de salpicar a una familia sin hijos, como los Rose, afectan a varios millones de ciudadanos que asisten atónitos a un espectáculo poco edificante.

La prensa de centro derecha ha tomado partido contra la dirección del PP, y la que se dice de izquierda también, aunque éstos han renunciado a respetar la presunción de inocencia de Isabel Díaz Ayuso, no vaya a ser que pierdan la subvención, y no me sorprende porque cuando en un país sus periodistas copulan con sus políticos y viceversa, el resultado es la propaganda en vez de la información.

Una generación de miopes e inmaduros que ha confundido el ejercicio del poder con su aprovechamiento personal sin rivales en el horizonte, tiene en sus manos los destinos de este pais.

Los nuevos jefes de los partidos –llamarles líderes sería una demasía- son personajes sin pasado y con incierto futuro porque se han cargado a los que tienen entre 50 y 60 años para que nadie les haga sombra, y por eso Pablo Casado no ha tenido a nadie con madurez y experiencia que le advirtiese que estaba cometiendo el error de su vida política.

Los que se alegran de esta situación son unos insensatos porque con una oposición rota y un gobierno sin freno hacia el abismo llevamos camino de la insustancialidad en Europa y en el mundo, pero nos los merecemos, porque los consentimos.

Añoro a los filósofos griegos que conocían el valor de las cosas importantes y por eso Diógenes rechazó la oferta que le hizo Alejandro Magno de concederle cualquier deseo que le pidiera. Su respuesta fue: “Deseo el sol. Apártate, por favor, que me lo estás tapando”, a lo que el Rey de Macedonia respondió: “Si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes”.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios