El duro día después de Pedro Sánchez
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El duro día después de Pedro Sánchez

viernes 05 de julio de 2019, 21:23h

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Es posible y deseable que Pedro Sánchez consiga salir investido como presidente del gobierno o el día 23 o el día 25 de este mes de julio. Si es por mayoría absoluta o mayoría simple carecerá de importancia cuando regrese del Congreso al palacio de La Moncloa y se ponga a cerrar la lista de su nuevo gobierno.

Habrá ministros que permanezcan en sus actuales sillones, otros que cambien y otros que salgan del Consejo. Calviño y Montero tienen todas las papeletas para continuar al frente de Economía y Hacienda, dos de las Carteras base de cualquier Ejecutivo. En Interior y Justicia las cosas se complican para Marlasca y Delgado, más para la segunda por las filtraciones de sus comidas con Villarejo, que para el primero quien tiene como principal problema las reivindicaciones salariales en la Policía y en la Guardia Civil.

Una de las claves importantes va a estar en Defensa. Margarita Robles aterrizó en el cargo un poco de rebote cuando el primero de la lista era el ex Secretario de Estado de este Ministerio, Constantino Méndez, que vuelve a aparecer en las quinielas como sustituto de la magistrada junto a otro ex Secretario de Estado como es Francisco Pardo, actual Director general de la Policía.

El político gallego, que también fue Delegado del Gobierno de Rodríguez Zapatero en Madrid y una pesadilla para Esperanza Aguirre, se convirtió en mano derecha de la ministra Carme Chacón hasta 2011. Por su parte, su compañero castellano manchego, estuvo en el gobierno de Castilla la Mancha bajo la presidencia de José Bono, que lo convirtió en su segundo durante los dos años que estuvo al frente del Ministerio.

La doble importancia de esa Cartera está en que “tiene” en su interior al CNI, el centro de la inteligencia de seguridad de España, por encima de los servicios que existen en la Policía y en la Guardia Civil, y que se complementa con el CIFAS, que es el propio de las Fuerzas Armadas.

La interinidad en el mando en la que ha entrado el CNI tras cumplir su mandato el que ha sido su director durante los últimos diez años, el general de Ejército Felix Sanz, que lo ha pacificado y renovado en ese periodo, obliga a que la designación de su sucesor sea lo más rápida posible. En funciones ha quedado la actual número dos y Secretaria general, Paz Esteban, que es una de las aspirantes a la sucesión, junto a otra mujer que entró en los servicios secretos, en el antiguo Cesid del general Manglano, en el mismo año 1983 y que Margarita Robles la convirtió en la jefa de su Gabinete: Esperanza Casteleiro.

Las dos anteriores, junto a Elena Sánchez, que también fue Secretaria General del CNi y hoy controla la seguridad global del banco Sántander, estudiaron carreras de “letras” en la Universidad Complutense, Filosofía y Filología, antes de ser fichadas para su incorporación al hoy CNI. No parece que esta última vaya a abandonar su puesto en la entidad financiera por volver a su antiguo oficio pese a que es otro de los nombres que circulan por el Ministerio y la sede de los “servicios” junto a la autopista de La Coruña.

Esa es una de las primeras asignaturas que tendrá que aprobar Pedro Sánchez una vez confirmado como presidente. La formación de un Gobierno con capacidad para negociar a varias bandas con amigos y adversarios, con partidos de alcance nacional y otros con sus intereses centrados en sus territorios autonómicos. Un puzzle tan complicado que pronostica una Legislatura difícil de mantener durante cuatro años, pese a la reconocida habilidad del presidente para conseguir sus objetivos.

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