La derecha gana con comodidad y echa al PSOE del poder andaluz
Ampliar

La derecha gana con comodidad y echa al PSOE del poder andaluz

lunes 03 de diciembre de 2018, 06:23h

google+

linkedin

Comentar

Imprimir

Enviar

El bloque de la derecha que integran el PP, Ciudadanos y Vox logra un resultado histórico y gana las elecciones autonómicas en Andalucia. Tras cuarenta años ejerciendo el poder, el PSOE de Susana Díaz se ha hundido con el peor resultado de su historia. Y algo parecido puede decirse de Adelante Andalucia, la coalición de Podemos e Izquierda Unida. Entre los tres grupos pierden 17 escaños. Y el poder.

El gran vencedor en las urnas es Vox, que partiendo de cero han conseguido 12 escaños. Vencedor también Ciudadanos que pasa de nueve a 26 asientos en el Parlamento autonómico. Y vencedor el PP pese a perder siete escaños ya que se mantiene en segunda posición y debería ser el que asumiera la formación de un nuevo gobierno.

Santiago Abascal se ha convertido en el árbitro de la política andaluza. Sin sus doce votos ni el PP, ni Ciudadanos pueden gobernar. Y muchas vueltas tendrán que darle Pablo Casado y Albert Rivera antes de sentarse a negociar. Su mirada estará ya en las municipales y autonómicas de mayo, pero Andalucia está en primer lugar.

Juanma Moreno y Juan Marín, que pueden repartirse las carteras de la gobernanza, tendrán y podrán ofrecerle a Vox una parte del poder. Las dos grandes perdedoras son Susana Díaz y Teresa Rodríguez, la primera por una caída libre que viene produciéndose desde su derrota interna en el PSOE frente a Pedro Sánchez y que debería llevarle a la renuncia y al adiós; la segunda por su empecinamiento de “olvidarse” de Podemos y echarle un pulso a Iglesias con una nueva marca para ir a las urnas.

Nueva puntos más de abstención respecto a 2015 están en el origen del terremoto electoral. Un millón menos de votantes que han permitido cambiar los porcentajes en todas y cada una de las provincias, sobre todo en aquellas que históricamente votaban a la izquierda en general y al PSOE en particular.

Amarga victoria para los socialistas y dulce derrota para los populares. Con consecuencias ineludibles a nivel nacional, con cambios necesarios y urgentes de cara a las siguientes citas en las urnas.

Lo que va a ocurrir en Andalucia tras esos muy largos decenios de gobierno de un PSOE que era hegemónico es difícil de predecir, pero será como un terremoto de intensidad ocho y medio. Un mal aviso para el propio futuro del presidente del gobierno central que tendrá aún más dudas para convocar elecciones generales o retrasarlas lo más posible.

Unas elecciones en las que se ha hablado muy poco de Andalucía y mucho de Cataluña y el independentismo. Otra de las anomalías de esta convocatoria. Prima lo nacional sobre lo regional y local. Otro punto negro en los liderazgos andaluces de Podemos, de Izquierda Unida y, por supuesto, del PSOE.

Todos tendrán la tentación de interpretar los resultados de la forma más conveniente para sus particulares resultados, pero la realidad es tozuda y deja este panorama:

Andalucía, media Andalucía que es la que ha votado, se declara de derechas y muy de derechas. La otra mitad se reparte a su vez en el casi millón de votos del PSOE - que pierde más de 400.000 apoyos - y en los 565.253 de Alianza Andalucia, el magma de la izquierda más radical que se ha dejado en estos tres largos años trescientos mil votantes por el camino. Cifras que hablan de forma clara y directa del cansancio acumulado por los ciudadanos de esa Comunidad a lo largo de 36 años de citas con las urnas.

Lo que no consiguió Javier Arenas ganando en 2012 con sus 50 escaños, lo va a conseguir su “discípulo” Juanma Moreno con sus 26, la mitad. Otro guiño que hace la historia.

Ahora viene la parte más dura y más oscura. El PP reivindicará la presidencia como segunda fuerza más votada. Ciudadanas pedirá lo mismo en base a su crecimiento. Y Vox les exigirá a ambos que asuman gran parte de su programa. Los 55 votos que se exigen en el Parlamento para tener mayoría absoluta no la consiguen ninguno de los partidos con un simple pacto con otra de las fuerzas. El PSOE más Ciudadanos se quedaría en 54, a uno de esa mayoría. Lo mismo les pasa al PP y Ciudadanos, que se quedan en 47. Y entre el PSOE y Adelante Andalucía se quedan en 50. Salvo que Teresa Rodríguez y los suyos se abstuvieran en una segunda vuelta ante la suma de Ciudadanos y PSOE ( como forma de cerrar el paso al Vox de Francisco Serrano ) el gobierno de la derecha es un hecho.

Vuelco histórico y un nuevo protagonista en el ámbito de la derecha: Vox. Con una amalgama de siglas a la izquierda del PSOE que puede diluirse si se mantienen en esa permanente lucha entre el centro de Podemos y sus confluencias autonómicas y locales. Meses apasionantes los que vienen. Y consecuencias política, económicas y sociales. Muchas consecuencias.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios