Luís de Guindos: Límite 48 horas para el BCE
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Luís de Guindos: Límite 48 horas para el BCE

martes 06 de febrero de 2018, 06:31h

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Este miércoles, siete de febrero, Mariano Rajoy tiene que mandar al Banco Central Europeo su candidato para el puesto de subgobernador. Las dudas que le atenazan al presidente tienen mucho que ver con la oposición que el actual ministro de Economía suscita en Europa para ese puesto. Dudas técnicas pero sobre todo políticas y hasta de imagen. Es un límite de 48 horas que parece extraído de una película de Hollywood en la que primaba la comedia sobre la acción.

En la ola feminista que nos invade la mayor parte de los gobiernos con derecho a voto dentro del euro quieren que el número dos del BCE sea una mujer. La cuota pendiente de poder hasta legar al pretendido cincuenta por ciento en las instituciones europeas. De ahí que más de uno le haya sugerido a Rajoy que coloque otro nombre en la casilla de salida. Y aún así, con una española como candidata, tampoco lo tiene fácil nuestro gobierno. Que no se puede permitir tal y como están las cosas en España y con el último CIS como ejemplo cosechar otra derrota en los foros internacionales.

Hemos perdido peso en Europa y se nota cuando de política internacional se trata. El actual subgobernador, el portugués Vítor Constancio representa a la parte sur del Continente. Malo para que repita otro de la Peninsula Ibérica. Un de las bazas del irlandés Philip Lane, con mejor perfil técnico que Luís de Guindos, tal y como insisten desde las entrañas del Parlamento europeo y del propio Banco Central.

Las bazas de Rajoy pasan por Berlín y París. Sin los apoyos de Merkel y Macrón es imposible que prospere la candidatura del titular de Economía. Y si hace unos meses ese apoyo era difícil, ahora se presenta casi como imposible tras escuchar los argumentos del PSOE de Pedro Sánchez, por un lado, y la estrategia de desgaste de Albert Rivera y Ciudadanos por otro.

La canciller alemana tiene que contar con la opinión de los socialdemócratas de Schultz, con quien necesita cerrar el acuerdo de gobierno para evitar nuevas elecciones. Y los compañeros ideológicos del PSOE no apuestan por De Guindos. En canto al presidente francés, tampoco parece que sus relaciones con nuestro gobierno sean todo lo óptimas que le llevarían a darnos ese apoyo. Mucho más cercano a Rivera, todo indica que se decantará por una ”neutralidad activa”, posicionándose a favor de que sea una mujer quien ocupe ese puesto en el BCE.

Sin apoyo en España y sin fuerza de presión en Europa entre los grandes países, mantener al ministro de Economía como candidato parece una apuesta demasiado arriesgada. Puede que sea uno de los compromisos personales de Mariano Rajoy, pero los intereses de España deben estar por encima de los personales del hombre que ya ha perdido “dos trenes” en la nomenclatura financiera europea.

Al presidente de nuestro gobierno su propio partido le está pidiendo una crisis que cambie las caras y que permita al PP iniciar una remontada en las encuestas antes de que la realidad de junio del año que viene, con tres elecciones decisivas, como serán las autonómicas, municipales y europeas, les golpeen y les hagan perder la mayor parte del poder territorial del que gozan los populares en estos momentos. Un candidato derrotado añadiría más leña al fuego y les permitiría a los adversarios de fuera del partido y a los enemigos de dentro arreciar en sus ataques al líder.

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