Las diferencias y los problemas surgidos entre Sumar, Más Madrid, Izquierda Unida y Podemos amenazan con provocar una debacle de la izquierda del PSOE que se articuló a partir de 2025 con Pablo Iglesias y Podemos como adalides de una nueva socialdemocracia más combativa y menos enrocada en lo que se llamó “capitalismo de rostro humano”.
Ni Yolanda Díaz, ni Mónica García, ni mucho menos Irene Montero parecen ser capaces de presentar un frente de izquierdas que evite la vuelta al bipartidismo clásico y un gobierno del PP, o lo que es peor del PP y Vox. Rufián cree que en cambio él podría hacerlo. En su intervención durante la comparecencia de Carlos Mazón en el Congreso, Rufián hizo toda una demostración de su papel de líder de la izquierda más radical.
Oriol Junqueras en un reciente programa de “Salvados” reconoció conocer las ideas de Rufián y le parecieron bien, pero dejando claro que su partido, ERC, no está por la labor de formar parte de ese frente de izquierdas. Ya se habló en las elecciones de 2023 de que Junqueras quería cargarse a Rufián y para ello le presentaron para ser alcalde de Santa Coloma de Gramanet, pero no ganó los comicios y se las arregló, aprovechando la lucha de poder que se desató en ERC para volver a Madrid como portavoz, pero está claro que Junqueras va a prescindir de él en los siguientes comicios estatales y eso es posible que haya animado a Rufián a buscarse un nuevo sitio en el panorama político.
No le va a ser fácil concitar en torno a su liderazgo a todos los grupos en que se ha dividido Podemos pero tiene a su favor que si no aparece un nuevo líder que anime de nuevo al voto lo más seguro es que el único beneficiado de la debacle será el propio Pedro Sánchez y con él el bipartidismo y la abstención.