Javier Marias
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Javier Marias

lunes 12 de septiembre de 2022, 20:36h

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Los buenos escritores deberían tener el privilegio de resucitar después de muertos durante al menos 24 horas para leer lo que algunos dicen sobre ellos y rebatirlos, porque una vez incinerados no tienen derecho a réplica, pero estoy seguro que disfrutarían “haciéndose un Fernán Gómez” para decirles a sus cronistas necrológicos ¡Váyase usted a la mierda!

Hoy hasta en El País lloran a Javier Marías porque ha muerto cuando estaban a punto de amnistiarle y abrirle nuevamente las páginas, que le cerraron por haberse atrevido a persistir en su pensamiento incómodo, que es la naturaleza que define al escritor, ya sea de ficción o de análisis de la actualidad y cuyo principal patrimonio es expresar lo que le venga en gana arrostrando las consecuencias de incomodar al poder.

Javier Marías ni siquiera aceptaba premios literarios para no andar contaminado por la sospecha del agradecimiento y porque sabía que no hay nadie más independiente que un escritor que no se vende.

Los que le conocían bien sabían de sus ocurrencias y dudas sobre su propia literatura, que era egregia, pero él no se dejaba seducir por la tentación de creerse el mejor, aunque lo fue.

Escribía a máquina y no tenía lo que en el oficio se llama “un mapa” en el que antes de convertir la historia en palabras algunos autores dibujan un esquema de personajes y situaciones. Javier Marías prefería sorprenderse a sí mismo empezando a pergeñar la historia que había elegido sin haberla imaginado y mucho menos predeterminado a donde quería llegar.

Disfrutaba con ese método que es una forma anárquica pero mucho más apasionante de escribir una novela y sugiero a quien no lo haya hecho nunca que lo intente porque la satisfacción al final es infinitamente mayor, aunque no todo el mundo puede hacerlo.

Hoy hago al egregio Javier Marías este breve homenaje en un mundo en el que las empresas piensan más en las cifras que en las letras, y a veces acaban convirtiendo la literatura en un producto de márquetin para famosetes.

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