Estamos al inicio de una década que pretendemos suponga un importe progreso y avance en todos los ámbitos, y en especial en el ámbito de la JUSTICIA. La crisis actual debe de servir como acicate para el nacimiento de ideas innovadoras que impulsen los avances sociales en todos los campos. Creemos que la sociedad civil debe promover, dirigir o al menos participar en el debate si las personas que dirigen el destino de la sociedad, quizá más acostumbrados visiones cortoplacistas, no las promueven en los foros políticos, donde casi todos los ciudadanos, de una manera u otra, dejamos depositadas nuestras “esperanzas”. Uno de los retos que creemos más fundamentales es la modernización de la Justicia. Ante esta perspectiva hemos decidido crear una plataforma para impulsar un gran debate invitando a profesionales que tienen o han tenido responsabilidades en el ámbito de la Justicia. Justicia es una palabra que acoge una pluralidad de significados y acepciones, lo que supone que en torno a ella podrá desarrollarse un debate de muy amplio calado. Hablamos de la Justicia como representación de uno de los poderes esencial del Estado, el llamado tercer poder, también nos referimos a la Justicia, como uno de los valores superiores de nuestro Ordenamiento Jurídico, como tal reconocido en el artículo 1º de la Constitución junto con la libertad, la igualdad y el pluralismo político, la Justicia como administración de Justicia, al servicio de los ciudadanos para dirimir conflictos en pos de conseguir una convivencia pacífica, o la JUSTICIA, stricto sensu, como función jurisdiccional ejercitada por los Jueces y Magistrados, que más alla de decidir los conflictos privados, va a trascender a la esfera pública, aplicando el derecho, interpretando las leyes, adecuando la Ley a la realidad social, ejerciendo un control efectivo de otros poderes del Estado, ejerciendo un papel de garante de los derechos fundamentales, etc. Pero fuera de cualquier relación categórica en todo caso el debate sobre la Justicia siempre despierta un gran pasión en los ciudadanos que vemos la Justicia como un derecho al que aspiramos pero que en la práctica no siempre cumple con nuestra expectativas y que en todo caso genera, como hemos podido observar en los últimos años, un descontento en la sociedad que ha colocado a esta institución como una de las instituciones peor valoradas por los ciudadanos, según reflejan los reiterados análisis sociológicos publicados. Partiendo de esta situación deberemos plantearnos los retos de la Justicia para esta década, sus problemas actuales y las medidas que debemos afrontar para solucionar los mismos. Desde un punto de vista político debemos afrontar los problemas de la politización de la justicia y el mantenimiento de la independencia judicial y en general los peligros de ingerencia cualquier poder en la administración de Justicia, la Internacionalización de la justicia o la llamada justicia universal, etc. Desde un plano material la falta de recursos humanos y materiales, la necesidad de una dotación a presupuestaria adecuada, la descentralización de la justicia, la lentitud de la Justicia, el desfase tecnológico y la introducción de nuevos medios para modernización de la administración de justicia, la búsqueda de métodos alternativos de solucionar conflictos sociales que respondan mas adecuadamente los problemas de los ciudadanos, etc. En conclusión, merece la pena plantearse cuales son las deficiencias y fallos de nuestro sistema judicial y establecer con ello una llamada de atención para, con vistas en el medio plazo y largo plazo, puedan afrontarse los nuevos retos de conseguir una administración de justicia más independiente y autónoma, eficiente y acorde desarrollo de los tiempos. (* ) Emilio Renedo, es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Antes de la constitución de despacho Lex Iusta abogados, trabajó en otros despachos como el Bufete Delegibus y Cremades & Calvo-Sotelo Abogados, dirigiendo la defensa de clientes nacionales e internacionales en Derecho Penal y Civil.
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