Esperanza Aguirre

Yo creo que hablamos mucho de trazabilidad, de seguridad alimentaria y de comida sana. Y es necesario hacerlo, no me malinterprete.
Sin embargo, no hablamos nunca o muy poco de que para España la industria agrícola debería ser el segundo sector de ingresos o, por lo menos, de volumen facturable. Y que es necesaria esa Reforma Agraria que ya criticara Jovellanos en su informe a la Ley de Reforma Agraria de 1797 y que, lamentablemente, sigue teniendo aspectos muy vivos 200 años después:
"el cultivo se ha acomodado siempre a la situación política que tuvo la nación coetaneamente, y tal ha sido su influencia en él que ni la templanza y benignidad del clima, ni la excelencia y fertilidad del suelo, ni su aptitud para las más vanas y ricas producciones, ni su ventajosa posición para el comercio marítimo, ni en fin, tantos dones como con larga mano ha derramado sobre ella la naturaleza han sido poderosos a vencer los estorbos que esta situación oponía a sus progresos".
Me temo que las palabras de su artículo aparecen hueras al compararlas con las de Jovellanos y, lo peor, es que el razonamiento de éste sigue siendo válido y moderno. No hay razón alguna para que no seamos una potencioa agrícola, moderna, eficiente y exportadora. Es esta la dirección en que ud., su institución, el gobierno de España y el curpo diplomático deberían trabajar. Pero no parece que lo hagan. uds. parecen limitados a las palabras grandilocuentes y a la subvención a productos que ni siquiera se cosechan. Es absurdo.

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