El régimen que impuso Jomeini es capitalista por lo que lo lógico es que se hubiera colocado del lado de Occidente, pero la realidad es que desde el primer momento se convirtió en el principal enemigo de los Estados Unidos, muy por encima de los regímenes socialistas como Rusia y China. Mientras exista ni los Estados Unidos, ni Israel, pero tampoco Arabia Saudí pueden estar tranquilos haciendo y deshaciendo a su antojo.
Todos los intentos de Occidente por acabar con el régimen iraní han fracasado, incluyendo la manida utilización del problema de la mujer iraní, como hicieron antes con la mujer afgana- Una excusa que les valió a Estados Ujnidos para invadir Afganistán y que veinte años después han dejado tiradas a todas las mujeres que dijeron que iban a liberar. Algo parecido a lo que ha ocurrido en Siria donde echan al presidente Bashar el Assad, criado y educado en Gran Bretaña, para colocar a un ex terrorista de los grupos que conformaron con ayuda saudí para destruir el país.
Estados Unidos y la Unión Europea hace tiempo que no pueden hacer y deshacer gobiernos y colocar a políticos con cierta patina democrática y, como ocurrió en Libia donde acabaron con Gadaffi pero han sido incapaces de colocar régimen estable. Si no pueden tener gobernantes afines lo único que les queda es destruir esos países y en eso quien manda por ahora, en el Cercano Oriente, es Netanyahu.