El matrimonio a tres en el laberinto catalán
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El matrimonio a tres en el laberinto catalán

lunes 06 de noviembre de 2017, 19:39h

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Dentro de 50 días se va a plantear el mismo dilema y se tendrá que revolver con una situación "matrimonial" muy parecida a esa rara suma de tres partidos: la antigua CiU de Artur Más y Carles Puigdemont, la Esquerra Republicana de Oriol Junqueras y la CUP de Antonio Baños y Anna Gabriel. Una mezcla sociológica contra natura con el único hilo común en el independentismo

En la Cataluña anterior al Referendum, a la declaración de independencia, a la aplicación del 155 y a la presencia ante la Justicia y la carcel de los principales cargos de la Generalitat y el Parlament, quien gobernaba a era una suma de tres partidos: la antigua CiU de Artur Más y Carles Puigdemont, la Esquerra Republicana de Oriol Junqueras y la CUP de Antonio Baños y Anna Gabriel. Era un matrimonio a tres tan raro políticamente como raros lo pueden ser ese tipo de convivencia en la vida real y familiar. Su único punto de unión, la única razón que les unía era el deseo independentista.

Más allá de querer una Cataluña independiente muy poco más les llevaba a esas tres fuerzas a trabajar en una misma dirección. Económicamente, socialmente, culturalmente eran muy distintas y lo siguen siendo. Tal vez por esa razón han gobernado mal y han elegido peor el camino para el futuro de su tierra, que no está en ver por dónde se corta y se resta respecto al resto del estado, sino por mantener la suma - desigual pero suma - que hemos tenido en los últimos centenares de año en este espacio territorial, político y cultural que se llama España.

Dentro de 50 días se va a plantear el mismo dilema y se tendrá que revolver con una situación "matrimonial" muy parecida. Ninguna fuerza política va a tener mayoría para gobernar, ni la va a tener la suma de dos, ya sea mirando hacia la izquierda o hacia la derecha. Pueden darse sumas más o menos coherentes o puede que volvamos a la mezcla sociológica contra natura con el único hilo común en el independentismo.

Vayan juntos o separados los actuales Partido Democrático de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña la suma de sus diputados será muy parecida a la actual, estará entre los sesenta y los sesenta y dos, lejos de los 68 que dan la mayoría absoluta en el Parlament. Es lo que dicen las encuestas, a las que tampoco haya que hacer mucho caso pues dependen de la empresa que las haga, del medio que las encargue y pague y hasta del momento en el que se publiquen.

Hasta ahora, todas las elecciones autonómicas en Cataluña se han movido entre el sesenta por ciento de participación en 2010 y el 78% de 2015, algo que puede cambiar el 21 de diciembre por la movilización ciudadana que se ha producido y que puede modificar la adjudicación de escaños de forma importante debido a la aplicación de la Ley D¨Hont en cada una de las circunscripciones y el número de parlamentarios que le correspond en a cada una de las provincias.

De los 135 diputados que component el Parlament, 85 correspond en a Barcelona, 18 a Tarragona, 17 a Gerona y 15 a Lérida. Sobre esa base de representación , en 2015 y en Barcelona la coalicción Junts pel Si obtuvo 32 escaños, que eran seis menos que los que o tuvieron tres años antes por separado CiU y Esquerra Republicana; el segundo partido fue Ciudadanos que loogró 17 escaños, nuevo más que en 2012; el tercero fue el PSC que perdió dos; el cuarto puesto con 9 parlamentarios fue para la coalicción de izquierdas en la que estaban Podemos e Izquierda Unida que consiguió nueve, uno menos de lo que en 2012 había obtenido ICV; con el PP que se quedaba en ocho tras perder cuatro escaños; y la CUP que subía de tres a siete parlamentarios.

En las otras tres provincias los resultados de 2015 sufrieron variaciones muy parecidas respecto a 2012: en Gerona, la coalicción del PDC y Esquerra perdió uno; el PSC perdió otro, al igual que el PP, mientras que Ciudadanos ganaba dos y la izquierda repetía resultados. En Tarragona pasaba lo mismo con Junts pel Si, que perdía uno; el PSC otro y el PP dos; con Ciudadanos que ganaba 3 y la antigua ICV se quedaba igual con un único reporesentante. Y en Lérida, más de lo mismo, perdidas pequeñas para la antigua CiU y Esquerra, por un lado, y para el PSC y el PP, por otro, con Ciudadanos ganando lo que los otros perdían.

Visto globalmente, la diferencia por bloques y partidos entre 2012 y 2015 es importante: CiU y ERC perdieron 11 escaños sin contar los 11 "independientes" que fueron en la lista de Junts pel Si, algunos de los cuales provenían de otras opciones políticas. Los socialistas perdieron cuatro escaños; los populares siete; la izquierda y los Verdes perdieron dos...y los dos grandes ganadores: Ciudadanos que pasó de tres a 25 escaños, y la CUP que pasó de 3 a diez.

De cara a los comicios del 21 de diciembre, partiendo de los resultados de 2015 y tras todo lo vivido en estos dos últimos meses, los grandes bloques de independentistas y constitucionalistas, en los que el concepto de izquierdas y derechas se diluye, aparecen como muy próximos y cercanos al empate en representación parlamentaria.

Los independentistas parten de 72 escaños y los constitucionalistas de 63, pero en ambos grupo hay que "corregir" con los resultados de las elecciones generales de 2016 en las que En Común Podem ganó la representación de Cataluña en el Congreso con 12 escaños, segunda de ERC con nueve, CDC con ocho, PSC con siete, PP con seis, y Ciudadanos con cinco.

Se mezclen como se mezclen, vayan en solitario o en coalicciones, lo seguro es que ninguna suma de dos será suficiente para gobernar, que al menos se necesitarán tres partidos para conseguir los mayoría absoluta y que habrá un periodo de negociación duro y complicado en el que las fuerzas que tienen representación en toda España estarán mirando el futuro de Cataluña pero también lo que les puede pasar en el resto del estado en razón de sus votos y alianzas para superar o mantener la crisis catalana.

Puede que la fuerza más votado sea ERC pero no podrá gobernar con CDC salvo que la CUP vuelva a darles su apoyo. Esa mezcla contra natura y basada tan solo en el independentismo es posible que supere la barrera de los 68 escaños pero se encontrará con enormes dificultades para poner se de acuerdo en un programa de mínimos en cuanto vayan un poco más allá de la mera declaración de voluntad independentista.

Al otro extremo es también posible que la suma de Ciudadanos, PSC y PP se acerque a los 55 escaños pero necesitarán del apoyo del bloque que pueden formar los seguidores de la alcaldesa de Barcelona y de Podemos para conseguir la mayoría absoluta en el Parlament. Más que un tripartito aquí aparecerían hasta cuatro o cinco fuerzas muy diferentes entre sí. Mayor fragmentación imposible.

¿Podemos pensar en otras sumas de escaños más clásicas de derechas e izquierdas?. Podemos hacerlo, pero es dificil imaginar que la conservadora CDC se vaya a sumar al PP y a Ciudadanos y que a ese centro derecha se vaya a sumar, de forma necesaria, el PSC. Por el centro izquierda ocurre lo mismo si contamos la posibilidad de En Común, más el PSC y Ciudadanos. Y desde la izquierda, izquierda es imposible: el PSC, más En Común y la CUP no parece que estén en condiciones de superar los 40 escaños en el mejor de los casos.

Y surgen y se hacen necesarias las preguntas incómodas: ¿qué ocurre si no se logra una mayoría de gobierno por la Imposibilidad de acuerdos entre las distintas fuerzas representadas en el Parlament?. ¿Cuánto tiempo se mantendría la actual situación de "gobierno intervenido" y con un Parlamento elegido y sin mayorías?.¿Habría que convocar nuevas elecciones?. Puede que la salida del laberinto de Cataluña no esté tan cerca, ni sea tan fácil como creemos.

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