Las denuncias y movilizaciones por el fallo en el cribado de las enfermas de cancer amenazaban la mayoría absoluta de Moreno, pero es difícil que puedan cambiar la suma de escaños de una nueva mayoría conservadora en el parlamento andaluz. La diferencia actual de los 72 escaños de PP y Vox frente a los 37 que lograron el PSOE y Por Andalucia y Adelante Andalucía, ofrece un amplio margen de maniobra para uno de los barones clave de Alberto Núñez Feijóo. Por si eso no fuera suficiente la divsión a la izquerda del PSOE se ha acentuad: Irene Montero ya ha asegurado que Podemos concurrirá en solitario con Raquel Martínez como candidata, mientras que desde Izquierda Unida han colocado como aspirante a encabezar el bloque Sumar al secretario General del PCE andaluz, Ernesto Alba.
El presidente andaluz quiere cerrar esa vía de agua que han causado los fallos del cribado contra el cancer con el cese de la consejera Hernández pero también ha destinado una partida de doce millones de euros a mejorar el sistema dentro de la sanidad Pública y contratar a 119 profesionales más. Una respuesta inmediata que no evitará los ataques desde la izquierda y de las familias de los afectados pero que puede impedir que la propagación de ese “virus electoral” se exienda.
Y mientras Juanma Moreno quiere paliar las consecuencias del cribado; la criba desde la izquierda contínua: si los resultados del 14 de Julio de 2022 fueron muy malos, la misión que le ha encargado Pedro Sánchez a su vicepresidenta primera es poco menos que imposible: volver a los 33 escaños que cnsiguió Susana Díaz (perdiendo 14 que había logrado el PSOE cuatro años antes) y que el PP regrese a los 26 que tuvo en esas mismas fechas, pero que le permitieron a Moreno Bonilla conquistar por prmera vez la presidencia merced a los 21 votos del Ciudadanos de Juan Marín y los 12 del Vox de Francisco Serrano, sería casi un milagro y aún más en las condiciones de debilidad del Gobierno central.