Raúl Heras

La insoportable espera de Susana para dirigir el PSOE

Domingo 12 de marzo de 2017

Ya no podía esperar más con Pedro Sánchez volviendo a su territorio, Andalucía, para rodearse de sus afines en Cádiz. Susana Díaz tenía que fijar una fecha para confirmar su candidatura a la secretaria general del PSOE. Será el 26 de este mes, en Madrid, rodeada de todos los que le apoyan. Serán los dirigentes que saben que se juegan algo más que un cargo interno. Si la presidenta de la Junta de Andalucía perdiera frente a Sánchez y López, el socialismo tendría muy difícil el seguir gobernando en esa autonomía, algo que lleva haciendo desde el comienzo de la democracia.



Si Sánchez pierde en esta carrera sólo le quedarán dos opciones: asumirlo y regresar a la esfera privada, ya sea de forma empresarial o docente; o intentar mantenerse en política luchando por "romper" el PSOE y con los suyos buscar acuerdos con otros "expulsados" de otras formaciones como puede ser Iñigo Errejón. La palabra socialdemocracia ha vuelto, así como levantar el puño en un acto del partido socialista, algo que no se veía en los últimos veinte años.

Si López poder, su continuidad en el partido está asegurada. Es un socialista veterano y no tendrá ningún problema en pactar con el ganador, ya sea Susana o Pedro, mejor con la primera, que le podría ofrecer el puesto de presidente del partido de la misma forma que hizo Felipe González con Ramón Rubial antes de las elecciones de 1977. Sería reeditar el viejo pacto del Betis entre los socialismos del norte y del sur y que estuvieron vigentes hasta la muerte del dirigente vasco, todo un referente durante la Dictadura.

La que no puede permitirse perder es Susana. Su derrota interna se vería como una derrota también como presidenta de la Junta. Una muy mala noticia para ella y para el PSOE y muy buena para el líder popular de la autonomía Juanma Moreno. La posibilidad de que esa derrota conllevara un adelanto electoral en Andalucía se ve como un error sobre otro error y algo impensable entre los dirigentes que la siguen y apoyan.

La espera, que en principio se iba a alargar hasta la convocatoria forma por el Comité Federal de la primera semana de abril, se hacía insoportable en el resto de las Federaciones. Urgía que Díaz confirmara su candidatura frente al creciente "éxito" de Sánchez y Pérez. Va a ser una dura lucha durante los dos meses que quedan hasta que se resuelva el duelo a tres. La presidenta andaluza ha movilizado al partido y a los presidentes que gobiernan, desde Emiliano García Page a Ximo Puig, y de la misma manera a los secretarios generales autonómicos que le han prometido "buscar y conseguir" los votos. Para empezar, para que gane en los avales necesarios para presentarse y que deben superar los 9.000 apoyos, el 5% de la militancia que esté al corriente de pago. Será una primera señal de cómo se van a comportar las bases socialistas en sus urnas internas.


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