Parea mantenerse en su línea ultra, Ayuso no ha dudado en despreciar los discursos del Rey Felipe en la ONU, o del Papa León XIV, reconociendo el genocidio de Israel contra los palestinos, sin hacer tampoco ningún caso a los intentos del presidente del POP, Alberto Núñez Feijóo, de tratar de moderarla.
Con sus 70 escaños logrados en mayo de 2023 frente a los 27 que sacaron, ex a quo, Mas Madrid y el PSOE, y consiguiendo arrancarle dos diputados regionales a Vox, la presidenta madrileña está convencida de que la izquierda madrileña no va a lograr sumar, en ningún caso, los 68 escaños con los que lograr echarla de la Puerta del Sol y teme más a la subida que las encuestas dan a Vox. Bastaría que el partido de Abascal volviera a lograr los 13 escaños que sacó en los comicios de 4 de mayo de 2021 para hacer tambalear la investidura de la lideresa del PP.
Tras haber derrotado a Pablo iglesias en 2021, Ayuso no ha parado de ponerse al frente de la derecha madrileña con constantes guiños a los votantes de Vox sin que al parecer su popularidad haya decaído lo suficiente como para permitir pensar que tanto Oscar López (PSOE) o Mónica García (Mas Madrid) tengan alguna posibilidad de arrancarle los suficientes diputados como para sumar eso 68 deseados escaños, salvo que la izquierda encontrase una figura que movilizase de nievo a los miles de votantes que renunciaron a ir a las urnas desalentados por las luchas internas y por el fracaso de Podemos en el gobierno de la nación.