SOCIEDAD

Espacio Fundación Telefónica presenta "El sueño de la razón”

Imagen en ultra alta definición del mar embravecido de Cornualles.

Marta G. Galán

Jueves 09 de octubre de 2025

“El sueño de la razón. Del Siglo de las Luces a la inteligencia artificial”, en colaboración con el Museo Universidad de Navarra, reúne cerca de 300 obras, entre las que destacan una formidable selección de grabados del siglo XVIII —con piezas procedentes de la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert y de la famosa serie Vistas de Roma de Piranesi— junto a notables ejemplos del siglo XIX dedicados a la botánica, la zoología y la arqueología, que alcanzaron su máxima expresión en la edición imperial de la Descripción de Egipto.



A lo largo del recorrido, los grabados y las fotografías se entrecruzan con instalaciones contemporáneas de Anna Ridler, Quayola, Beauty of Science y ScanLAB Projects, que sumergen al visitante en una nueva forma de ver y conocer el mundo gracias a tecnologías como el big data, los láseres LiDAR o la inteligencia artificial. Estas herramientas, entrenadas con grandes volúmenes de datos y combinadas con altísimas resoluciones, difuminan los límites entre lo real, lo simulado y lo imaginado.

A través de este diálogo entre grabados, fotografías e instalaciones contemporáneas de arte digital, la muestra invita a reflexionar sobre cómo las imágenes —lejos de ser representaciones pasivas— han sido, y continúan siendo, herramientas activas en la construcción del saber y de la percepción de la realidad.

El Siglo de las Luces, guiado por una renovada curiosidad cultural y científica, marca en Europa un intenso afán por comprender y catalogar el mundo que trae consigo la promesa de una expansión del conocimiento sin precedentes.

El recorrido de la muestra comienza en el siglo XVIII, cuando este impulso por plasmar la realidad llevó a artistas y científicos a capturarla en incontables dibujos y grabados; imágenes con vocación enciclopédica, surgidas principalmente a raíz de las múltiples expediciones emprendidas en los cinco continentes.

Ejemplo paradigmático de este espíritu ilustrado es la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert, publicada entre 1751 y 1772, que reunió en 28 volúmenes el saber de su tiempo desde una perspectiva crítica y laica. Con más de 72 000 artículos escritos por figuras como Rousseau, Voltaire y Montesquieu, la Enciclopedia abordó temas tan diversos como la anatomía y la astronomía, reflejando la ambición de explicar todos los ámbitos de la realidad desde el conocimiento científico.

Fascinación por la naturaleza, la ciencia y las civilizaciones antiguas

En paralelo, el siglo XVIII vio surgir numerosas expediciones científicas que incorporaban artistas para ilustrar los hallazgos naturales. Linneo sentó las bases de la taxonomía moderna y sus ideas fueron seguidas por botánicos como Esenbeck, Trew, Ehret, Rylar y Bateman, quienes difundieron valiosos álbumes de grabados de plantas y flores que combinaban rigor y belleza. Otros autores ofrecieron enfoques distintos, como Le Vaillant, que defendía la observación directa de la naturaleza, o Bertuch, que orientó su trabajo hacia la divulgación pedagógica.

Estos grabados conviven con la instalación Myriad (Tulips) (2018) de Anna Ridler, compuesta por más de mil fotografías de tulipanes tomadas y etiquetadas a mano por la artista, la obra revela la complejidad de clasificar incluso elementos aparentemente simples como una flor, al tiempo que plantea interrogantes sobre

Los descubrimientos de Pompeya y Herculano desataron una profunda fascinación, aunque el epicentro continuó siendo Roma. Piranesi la retrató magistralmente en sus Vistas de Roma (1748–1774), una serie de estampas que combinan precisión arqueológica e imaginación, anticipando la fotografía de viaje. Ese interés por el pasado se extendió también a otras culturas, como muestran Humboldt y Dupaix, que documentaron las civilizaciones prehispánicas desde una mirada científica, o Laborde y Linant, quienes difundieron visualmente Petra.

Los grabados de Piranesi dialogan con la obra de ScanLAB Projects, un recorrido inédito por Ecos en la luz. Fragmentos del Foro Romano (2025), utilizando tecnología avanzada de escaneo láser (LiDAR) para reconstruirlo en tres dimensiones.

Otro de los hitos más relevantes de este espíritu ilustrado, en el contexto de la campaña napoleónica de Egipto en 1798, es la Descripción de Egipto (1809–1823), cuya edición imperial puede verse en la exposición. Se trata de una ambiciosa obra compuesta por 23 volúmenes que reúne el conocimiento del país desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna.

Científicos y artistas documentaron con rigor científico la arquitectura faraónica, las momias, los jeroglíficos, la zoología y la botánica, sentando las bases de la egiptología. Las imágenes, acompañadas de descripciones literarias de los territorios, ofrecían una visión precisa y monumental del país que influyó enormemente en la cultura y las artes de la época.

Los grabados de historia natural procedentes de la Descripción de Egipto —dedicados a la fauna, la flora y los minerales— conversan en la muestra con el proyecto Beauty of Science, un audiovisual que difumina los límites entre arte y ciencia, mostrando la belleza oculta de los procesos químicos mediante tecnologías como la fotografía macro, micro, de alta velocidad y time-lapse, así como imagen térmica infrarroja.

La invención de la fotografía

En 1839, la aparición de la fotografía revolucionó la representación visual. François Arago destacó su veracidad y utilidad científica, y pronto, fotógrafos como Talbot, Atkins y Lerebours comenzaron a explorar sus posibilidades. El daguerrotipo dio paso al calotipo, permitiendo la reproducción masiva de imágenes y consolidando la fotografía como medio de documentación científica y artística.

La fotografía llegó a Egipto con autores como Du Camp y Teynard, quienes capturaron jeroglíficos y paisajes con precisión inédita. Posteriormente, Frith, Salzmann y Hammersmith exploraron el Mediterráneo oriental, estableciendo estudios en ciudades como El Cairo y Constantinopla. Sus imágenes, vendidas a viajeros europeos, consolidaron iconografías estereotipadas del Oriente.

A partir de 1850, surgieron estudios fotográficos locales que replicaron los modelos europeos y alimentaron el incipiente turismo tras la apertura del Canal de Suez. Los hermanos Zangaki, junto a Bonfils y McDonald, documentaron paisajes desérticos y tipos populares, mientras que Béchard aportó encuadres originales que se alejaban de la mirada turística convencional.

Las fotografías de estos pioneros dialogan con Storms (2021), una instalación audiovisual en la que el artista italiano Quayola prosigue su investigación sobre la tradición de la pintura paisajística, reinterpretada mediante tecnologías avanzadas. Actividades paralelas

La exposición va acompañada de un programa de actividades complementarias: visitas comentadas para particulares los miércoles a las 12h y a las 17h, y los sábados a las 12h; para grupos concertados con y sin necesidades especiales.

Además, hay talleres para familias (niños y niñas de 6 a 12 años) los domingos de 11:30h a 13:30h a partir del 19 de octubre de 2025 y para público escolar de martes a viernes a partir de las 10h para escolares de todas las etapas educativas.


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