NACIONAL

España se define en la palabra que acaba de inventar el gitano Mercé

Raúl Heras | Martes 19 de agosto de 2025
Le hace una estupenda entrevista Javier Menendez en La Razón y el gitano que es cantaor y filósofo José Soto Soto, que colocó el Mercé como bandera para subirse a un escenario, inventa una palabra que describe a la perfección el sentimiento que domina a la España de hoy:”tragirrabia”, esa fusión creativa que se esconde en el flamenco para que se entienda el caminar del desgarro, que arranca en la entrepierna, sube por la garganta y estalla en ese idioma de palabras rotas y gritos que susurran entre palmas y cuerdas de acero y bronce, para que el arañazo se convierta en música, y el duende salga de su invisibilidad.

l flamenco es la mejor definición del alma española, desde las alturas de Monserrat a la bahía de Cádiz; desde el faro de Finisterre a la templaria Peñiscola. Ese idioma sin alfabeto, que duele tanto como ama, que es capaz de llorar mientras rie, esa capacidad de comunicar que nació para que el pueblo engañase al poder con una rebeldía que se escapaba por las ventanas de los palacios y regresaba con el pan caliente de las cocinas.
La tragirrabia invade todo el espacio público. Domina el Congreso, el Senado y cada uno de los Parlamentos autonómicos. En cada frase que se escribe en los medios de comunicación aparece,al igual que lo hace en los programa de la Radio y la televisión. En las redes sociales son como una inacabable y mortífera invasión de drones sin caras que apuntan al objetivo previamente fijado para destruirlo. José Mercé ha definido un arte, un idioma, una forma de entender el mundo, el flamenco, pero ha definido a la España de hoy y a la de siempre, de forma más directa de lo que lo hicieron Unamuno y Ortega. La filosofía que se mira en los escaparates de las calles y abandona las aulas de las Universidades.
No la mencionan los políticos pero la sienten; no la pronuncian los vecinos que sufrieron el volcan de La Palma y la DANA de Valencia y están sufriendo en esa media España destruída por el fuego, pero crece en su Interior; La tragirrabía se va a alargar en el tiempo y en los dineros necesarios para ayudar a construir un nuevo futuro. Estamos en los comienzos y la España oficial no va a encontrar ninguna salida cómoda en ese Laberinto en el que está metida. Sus pesadillas se han convertido en realidad. ¿Van a discutir sobre armas y sobre las necesarias ayudas internacionales a otros pueblos que también están dentro de sus propias tragedias y con igualdad cantidad de rabia en sus manos?.
¿Qué pasará en las urnas electorales dentro de unos meses?. Volveremos los españoles a depositar nuestros votos o nuestra ausencias con nombres y apellidos como una única forma de expresar la rabia contenida. ¿Se mantendrá la tragedia como característica de nuestro ADN durante las generaciones que tienen el futuro como esperanza?. Son preguntas fáciles de hacer y fáciles de contestar. El problema está en el comienzo de las soluciones, que serán muchas y de muy amplio recorrido.