ECONOMIA

Sin tregua

José Manuel Pazos | Lunes 13 de noviembre de 2023
La presidena del Banco Central Eropeo dice que harán falta más que los dos próximos trimestres para que se empiecen a recortar los tipos de interés. Mientras la actividad económica en la eurozona continua deteriorándose

La actividad en la eurozona continua sin dar espacio a una tregua en su ruta a la baja a medida que nos adentramos en el cuarto trimestre. Ya sea a través de datos reales, como en aquellos anticipados por las encuestas, las sorpresas negativas dominan, y definitivamente los servicios se suman a los largos meses de declive del sector industrial. Las revisiones de pronósticos van a seguir siendo a la baja, dado su habitual retraso en constatar el descenso de actividad, y que a pesar de su revisión frecuente, continúan aparentando ser optimistas a la luz de los datos más recientes.

DEPENDIENDO DE OTROS

Las estimaciones preliminares del crecimiento en el tercer trimestre fueron negativas (-0,1%) y los indicadores anticipados de lo que está ocurriendo en el cuarto auguran más debilidad, algo que es probable que se traduzca en un crecimiento en 2023 en la banda baja de las últimas estimaciones, -revisadas entre septiembre y octubre-, que contemplan rangos de crecimiento entre el 0,5 y el 0,8%.

¿Qué nos dice esto de 2024? Aquí los pronósticos apuntan a una recuperación con rangos de crecimiento entre el 0,8 y el 1,3%, como si la actividad se estuviese dirigiendo a un punto de inflexión en el actual y próximo trimestre a partir de los cuales la economía europea se vería apuntalada en los emergentes signos de recuperación de la actividad manufacturera mundial de la que es tan dependiente, y la continuidad del proceso de desinflación a la par del efecto positivo retardado que las alzas salariales pueden tener en el consumo.

Son estos los dos elementos que conforman el núcleo de los pronósticos de mayor crecimiento en 2024, aún a sabiendas de que el proceso de recuperación de la industria necesita para consolidarse, de que EE.UU., hacia donde está girando mucha de la actividad exportadora europea, evite un ajuste importante de su actividad, y de que China logre eludir los pronósticos de ralentización cercana al estancamiento. Por lo que se refiere al consumo, todavía está por dejarse notar el impacto total de la restricción monetaria del BCE y la desaceleración de las políticas fiscales que tendrán que ajustarse en la EZ a las reglas fiscales que ahora se negocian y que deberían de aterrizarse en compromisos concretos en las reuniones a celebrar hasta el 8 de diciembre.

DEMASIADO INESTABLE

Demasiado inestable el equilibrio que tendría que resultar ya solo de estos factores, para que la demanda en la EZ, que actualmente se está evaporando en todos los países y sectores, se escapase de las garras de la restricción monetaria que ha impuesto el BCE y de la restricción fiscal que se imponga en diciembre. Y todo ello sin considerar la influencia de factores políticos y geopolíticos ya conocidos como Ucrania y Oriente Medio, y otros emergentes como la inestabilidad institucional en España que es analizada en la prensa económica internacional como “una apuesta que vale la pena hacer” según el editorial Financial Times, o como “la posibilidad de formar un gobierno pagando un alto precio” según The Economist. Ya veremos.

Lo que mantendrá un alto precio será el euro. Según la presidenta del BCE, “hará falta más que los próximos dos trimestres" para que el Banco Central Europeo empiece a recortar los tipos de interés, aunque aclaró que “no es algo que signifique que en los próximos dos trimestres veremos un cambio”. Le va a seguir costando defenderse al euro.