NACIONAL

Las 9 joyas del PSOE que valen por toda una Legislatura

Elecciones autonómicas 2023 / posición del PSOE (2)

Raúl Heras | Jueves 17 de noviembre de 2022

Ganada la moción de censura en junio de 2018, y antes de convocar las elecciones generales a las que se había comprometido, Pedro Sánchez se encontró con esos regalos políticos que hacen la vida más fácil a quien tiene el poder. En mayo de 2019 nueve autonomías y la mayor parte de los grandes Ayuntamientos pasaron a estar gobernados por la izquierda. Hoy la situación ha cambiado y la Legislatura depende de los resultados en esas joyas del poder.



1.- El actual presidente de Extremadura es quien más fácil lo tiene para repetir.Los 34 escaños que consiguió el PSOE, más los 4 que logró Podemos le dan un margen de tranquilidad difícil de romper por una derecha que se quedó con los 20 del Partido Popular y los 7 de Ciudadanos. Esa diferencia de once asientos en el Parlamento extremeño aparece como insalvable para María Guardiola pese al posible trasvase de votos que fueron a Ciudadanos y ahora pueden llegar al PP, y la llegada de Vox a la sede legislativa de Mérida.

Guillermo Fernández Vara, por esa razón, tan sólo tiene que mostrarse levemente alejado de la política nacional de Pedro Sánchez, sin entrar en las críticas más duras de otros presidentes de su mismo partido, tanto en la reforma del delito de sedición como en la aprobación de la Ley Trans o el reparto de los Fondos europeos. Alejado de su antecesor y mentor dentro del PSOE, Rodríguez Ibarra, ya ha demostrado que sabe tomar muy bien la temperatura del poder madrileño y, sobre todo, la que existe en La Moncloa.

2.- En Asturias, el presidente Adrián Barbón dobló en votos al Partido Popular y cuenta con el apoyo de los seis diputados que representan a Podemos e Izquierda Unida. Una suma que en el peor de los casos puede quedarse en 24 ( hoy son 26 ) pero suficientes para ganar con comodidad a un PP pese a que su posible candidato, Alvaro Queipo, tras suceder a Teresa Mallada, sume a sus diez escaños de 2019 los cinco de Ciudadanos, los dos de Foro Asturias y los otros dos de Vox. La izquierda asturiana no debe pasar apuros aunque el Principado, al igual que va a ocurrir en otras Autonomías, tienda al bipartidismo.

Los tiempos de Francisco Alvarez Cascos pasaron a la historia y lo normal es que los votos y represenación que consiguió el ex ministro de José María Aznar vayan al PP o a Vox, con la influencia que puede tener en el reparto del último escaño en una autonomía que es uniprovincial, con dos centros municipales tan distintos como son Oviedo y Gijón.

3.- El poder que tuvo el Partido Popular en Navarra lo perdió hace mucho tiempo, sobre todo desde que las influencia vasca entró en la vida política a través de Geroa Bai y Bildu y los 16 diputados que consiguieron en 2019, que sumados a los de de Unidas Podemos y los once del PSOE le dieron el poder, tras una larga negociación, a la socialista María Chivite, que recogió el poder de la mano de la dirigente de Geroa, Uxue Barcos, y que debería mantenerlo también con la representante de Bildu, Laura Aznar.

Una tranquilidad para Pedro Sánchez, que también utiliza ese factor en sus negociaciones con el PNV en el País Vasco y en los apoyos en el Congreso dentro del Bloque de Investidura, circunstancia que conocen a la peerfección tanto Iñigo Urkullu como Andoni Ortuzar,el presidente del PNV que mejor ha entendido la herencia de Xavier Arzalluz y la mejor forma de rentabilizar sus cinco o seis escaños en la política nacional.

En el lado o puesto, tras la renuncia de la popular Ana Beltrán a encabezar la lista de su partido, será Javier García quien tenga que intentar lo que consiguieron, con la marca de UPN, Miguel Sanz y Yolanda Barcina, los dos últimos representantes de una derecha que supo resistirse tanto a los asalto políticos de la socialdemocracia de Gabriel Urralburu como a las apetencias expansionistas del nacionalismo vasco.


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