SOCIEDAD

El regreso del Rey (4) Monarquía, República y exilio, el trio maldito de la historia de España

Alfonso XIII en Londres en 1932.
Raúl Heras | Lunes 01 de marzo de 2021
Las crisis económicas siempre han coincidido o provocado las crisis políticas y estructurales en España. República, Monarquía y exilio parecen formar un trío indisoluble en la historia de los últimos doscientos años.

Con la llegada de la primera se marchaban los representantes de la segunda, y en ambos casos arrastraban a un número indeterminado de españoles al exilio, para volver a repetir el fenómeno en sentido inverso. Si el mayor de los desastres se produjo en el inicio del fin de la II República, con la sublevación militar de 1936 y la posterior guerra civil que nos toma a los españoles como conejillos de indias para el gran conflicto que se va a producir cuando Hitler de orden al ejército alemán de cruzar la frontera con Polonia.

Tal vez el caso más curioso que se produjo en nuestro primer intento republicano fue el de su primer presidente, Estanislao Figueras, quien tras un Consejo de Ministros celebrado el 10 de junio de 1873, harto de todo y de todos dejó sobre la mesa del despacho su dimisión, se fue a pasear por el parque del Retiro, bajó a la estación de Atocha, se montó en el primer tren hacia París y probó de nuevo el exilio tal y como lo había hecho unos años antes en Portugal.

Regresaría un año más tarde para fundar el Partido Republicano Federal Orgánico junto a Ruiz Zorrilla que desaparecería de la escena política con apenas dos años de vida al morir su fundador el 11 de noviembre de 1882 en Madrid, y terminar enterrado en Italia.

Convertida de nuevo en una Monarquía, España vivirá en los siguientes 57 años, los que van de 1874 a 1931, dos reinados, una regencia, una dictadura y una " dictablanda", con un auge de los nacionalismos catalán y vasco, varios desastres coloniales, una huelga general y dos intentos de acabar con la vida de Alfonso XIII, uno durante su visita a Francia, en las calles de París, y otro en la calle Mayor de Madrid cuando recién casado con María Cristina ve como el anarquista Mateo Morral lanza una bomba escondida en un ramo de flores contra la carroza real.

El más breve de esos periodos será el de Alfonso XII, que sube al trono con 18 años y muere tres días antes de cumplir los 28 por una tuberculosis que pudo transmitirle su prima y esposa María de las Mercedes de Orleans, hija del mismo duque de Montpensier que había aspirado al trono en la votación parlamentaria que eligió a Amadeo de Saboya, al que el matrimonio real pareció calmar sus deseos de ceñirse la corona de España.

Viudo cinco meses después de la boda, el rey vuelve a casarse por razones de estado y estrategia política dentro de Europa con María Cristina de Austria, futura regente durante 16 años y madre de Alfonso XIII, quien una de las primeras cosas que hizo fue mandar al exilio por dos veces a la que era la amante de su marido y madre de dos hijos desde que la volviera a ver cantando en la Ópera de Viena, Elena Sanz, la contralto que le había deslumbrado en el colegio donde estudiaba cuando tenía tan sólo quince años, y a la que tomó bajo su protección la mismísima Isabel II.

Con 27 años y embarazada de cuatro meses, la que era tataranieta de Carlos III se convierte en regente de España hasta 1902, año en el que Alfonso Leon Fernando Maria Isabel Jaime Isidro Pascual Antonio de Borbón y Habsburgo - Lorena cumple 16 años y se convierte en rey.

Son años en los que Estados Unidos aprovecha para darle el golpe de gracia a los restos de nuestro imperio colonial, y Canovas y Sagasta se turnan con sus respectivos partidos en el poder de una forma tan axfisiante para los ciudadanos que el descontento no hará otra cosa que crecer y crecer mientras se sucedían las crisis de gobiernos y cambios y más cambios al frente de los Ministerios. El bipartidismo es una patología que a nuestro país siempre le ha sentado mal, pero que nos hemos empeñado en utilizar.


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