Antiguo

Un cambio en el modelo de crecimiento

INGRESAR AL FORO | VER TODOS LOS ARTÍCULOS

Por José Manuel Pazos

José Manuel Pazos | Martes 21 de octubre de 2014

Un cambio en el modelo de crecimiento. Es la expresión más utilizada cuando se pregunta por lo que necesita la economía española. Junto al cambio de modelo, se demandan también reformas. De este modo, con reformas  y con un cambio de modelo se despachan muchos debates. Pero ¿cuales son las reformas,  y cual es ese nuevo modelo al que hemos de orientarnos?   Parece que aspirásemos urgentemente a encontrar un modelo de éxito que sirviese para superar las actuales penurias y pensásemos que una economía puede reinventarse, y puede hacerlo en un plazo lo suficientemente breve como para dar respuestas y resultados visibles a corto plazo.  Pero más allá del vector tiempo, son muy pocos los discursos acerca de lo necesario que no combinen ambos aspectos.

Es llamativo el cambio, porque no hace tanto tiempo,  la crisis española era definida como una consecuencia de otra crisis, la llamada crisis financiera internacional.  Las implicaciones para España eran limitadas, dada  la solidez de nuestro sistema financiero. Era un argumento de peso sobre el que apenas se aceptaba discusión. Y sobre esa supuesta solidez, la recuperación era una sencilla cuestión de tiempo. Aguantar, estimulando temporalmente la demanda agregada, utilizando para ello los excedentes generados por el sector público en la época de expansión, y esperar a que la recuperación internacional nos devolviese el crecimiento.  Esa era la receta más fácil de elaborar y de mejor venta.

Pero incluso aquellos discursos que pudiesen tener en su inicio un tinte más demagógico, han cambiado. Ahora se discute, en el mejor de los casos, sobre la profundidad de las reformas, y sobre su orden de prioridad, pero no sobre su necesidad. Se acepta que es preciso contar con un buen análisis de la naturaleza de la crisis, con el objetivo para buscar su origen y adivinar que tipo de carencias y excesos nos han conducido hasta aquí.  Y después, viene lo más difícil: ¿que hacer? ¿Cuál ha de ser la política económica que nos devuelva al crecimiento evitando la generación de nuevos desequilibrios?

No hay respuesta todavía a estas preguntas. Celebran los más complacientes la moderación en los ritmos de caída, pero muy poco se adivina respecto a cual será el motor del cambio.

La exigencia es enorme. Se supone que la riqueza de un país viene dada por sus recursos, pero aparenta que los de la economía española ni son demasiado visibles, ni hay demasiados que estén disponibles. España goza de los beneficios de pertenecer a un área de moneda única, pero también está sometida por esa pertenencia. Habrá que identificar cuales son nuestros problemas estructurales clave y proponer como solucionarlos en el marco de la unión monetaria.  Al menos este último aspecto, es de lo poco que parece rotundamente claro: no hay espacio para soluciones fuera de unión monetaria.  No hay más que contemplar

En este foro de debate, y partiendo de un título que bien pudiera ser una pregunta,  proponemos cuatro espacios hacia los que canalizar ideas.

El primero ha de ser el marco internacional, y en este apartado, la reforma que a consecuencia de la crisis va a darse en las instituciones europeas. ¿Reducirá, todavía más, el margen de maniobra, y/o la soberanía de los estados miembros el nuevo marco institucional?   ¿vamos hacia una cuasi federación fiscal?  ¿será la actuación sobre gastos o sobre ingresos la única política fiscal disponible al estar comprometidos incondicionalmente por un saldo? ¿cuál es nuestra ventaja competitiva? ¿hacia donde hemos de orientarnos? ¿se abren oportunidades o se ciernen amenazas con la crisis de los modelos políticos de los países árabes? ¿hemos de buscar nuevos espacios económicos al margen de la UE?

El modelo de crecimiento español. ¿Cuáles son nuestros puntos fuertes? ¿Dónde radican las debilidades? ¿Tenemos inflación de infraestructuras? ¿Ha de ser la economía española la suma de 17 economías regionales? La convergencia y las desigualdades regionales. Nuestro modelo energético.  El papel de las energías renovables. El papel del turismo.  Consolidar y exportar conocimiento (infraestructuras, construcción, renovables, turismo).  El actual modelo empresarial español: el papel de las PYMES y como facilitar su crecimiento y presencia internacional. El “paraguas” de la economía sumergida.

Otro modelo productivo. El paso del cemento al conocimiento. La I+D+i como dinamizador del cambio. El estímulo y apoyo a la innovación. El papel de la ciencia y la tecnología. El papel de las AA.PP. y de las Universidades.

La evolución necesaria de sindicatos y empresarios. Un nuevo marco de relaciones entre empresa y trabajadores. ¿Están las organizaciones preparadas y dispuestas para admitir los cambios y ser motores del mismo? ¿Pueden alinearse los intereses a través de productividad como eje las relaciones laborales? El difícil equilibrio entre flexibilidad y derechos.  ¿Cómo estimular a los emprendedores?

Temas, preguntas, propuestas. Todas esperando sugerencias,  ideas, reflexiones,  respuestas. Una década decisiva en la que España se juega mucho de su destino. Somos libres de preguntarnos y merece la pena intentar proponer alternativas, análisis y posibles respuestas, que para todo habrá lugar en este espacio.


Noticias relacionadas