Cristiano Ronaldo y el Real Madrid se han encargado de "informar" a los aficionados y socios del club de lo "barato" que les va a salir la renovación del jugador hasta 2021. Los 200 millones que cobrará en bruto - que se quedarán en veinte en neto más los variables - son una minucia si se compara con los 300 millones por tres años que le ofrecían en China- quien lo ha dicho es Jorge Mendes, representante del jugador blanco y hoy por hoy uno de los hombres más ricos del deporte mundial gracias a su lista de representados.
Los cinco años firmados por Florentino Pérez representan mejor que nada el largo y lento adiós que Cristiano ha emprendido. Tiene 31 años y se plantará con 36 y un deseo: llegar jugando a los 41, una cifra difícil de conseguir y más en un club que necesita de renovaciones constantes. Y si hablamos de la delantera aún más. En esos puestos Zidane cuenta con muchas y variadas estrellas: están Ronaldo, Bale, Benzema y Morata. Muchos euros y vanidades en juego cuando empiezan a "sobrar" delanteros centros y se empieza a necesitar con urgencia extremisos puros, rápidos, que desborden a las defensas y tengan olfato de gol.
En el Bernabeu hay listas para futuros fichajes que cumplen de sobra con los deseos de Zidane y Florentino. Ahí entran en juego los deseos de Ronaldo y su sabia ambición de durar el mayor tiempo posible como estrella. Su perdida de potencia, de velocidad y regate es evidente. Marca goles pero de otra manera. Necesita estar más cerca de la portería, algo que antes lo suplía con sus arrancadas desde el medio campo. Esa realidad y los bueno consejos económicos de Mendes le han llevado a pactar con el equipo técnico y desplazarse hacia el centro del área. Un lugar donde choca con Benzema y con Morata. También con otros recién llegados como Asensio, que pueden salir cedidos sin muchos apuros para los que mueven los millones.