El rey Felipoe VI conversa con Carlos de Inglaterra.
El rey Felipoe VI conversa con Carlos de Inglaterra.

Todo lo que Carlos de Inglaterra envidia de Felipe VI

jueves 12 de noviembre de 2020, 02:32h

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A punto de cumplir 72 años, Charles Philip Arthur George Mountbatten - Windsor sigue siendo Príncipe de Gales y no parece que su madre esté dispuesta a pasarle la corona de Gran Bretaña. Desde los 46 cumplidos, Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia ya es Rey de España tras la abdicación de su padre. Dos destinos muy distintos pese a los escándalos que les afectan.

¿ Qué puede unir a estos dos hijos de reyes salvo una antepasada muy lejana que permite a las dos monarquías llamarse "primos"?. Los escándalos han salpicado a ambas familias, tanto en temas de dinero como de sexo, pero mientras los Windsor han sabido mantener a su máxima representante, la reina Isabel, por encima de las coyunturas de hijos y princesas, los Borbón han visto como el centro de los problemas era el propio monarca. Sus descendientes ya saben lo que es la suerte y la desgracia cuando de alcanzar el trono se trata.

Charles será Carlos III si llega al trono. Felipe es ya Felipe VI. Y ambos tienen que remontarse más de 300 años para encontrar a los que con su mismo nombre tuvieron la corona de sus países sobre sus cabezas: Carlos de Inglaterra y Escocia reinó durante 25 años, se exilió dos veces a Francia, combatió a la República de Cromwell y reconoció a 14 hijos ilegítimos mientras perdonaba a los políticos que se habían alzado contra su padre pero ajusticiaba a los jueces que le habían condenado. Felipe V se hizo con el trono de España tras pelearlo con el archiduque Carlos, apoyado por su abuelo el rey francés, y dejó a Cataluña sin sus privilegios igualandola con Castilla. De sus dos matrimonios fue Isabel Farnesio quién se encargó de la administración del Reino dado el estado de locura en el que vivió sus últimos años.

Como se ve, tampoco la historia les une mucho. Sí les une la actualidad y el previsible futuro de sus naciones. Escocia fue a votar entre la independencia y el seguir unida a Gran Bretaña hace seis años y puede volver a hacerlo si tras el Brexit y la salida de Donald Trump de la Casa Blanca las políticas de Boris Johnson se estrellan contra los muros de Bruselas.

Lo más probable era que, por escaso margen, se quedara donde estaba pero dotada de mucha mayor autonomía. Fue el gran logro de Alex Salmond frente al primer ministro Camerón y un paso que a buen seguro querrán seguir en algún momento de su propia historia Gales, Irlanda del Norte y la propia Inglaterra. La reina Isabel se limitó a decir a los escoceses que fueran prudentes. Es reina y quiere seguir siéndolo en todos los territorios de las islas.

En España, Cataluña quiere celebrar un referéndum legal sobre la independencia, que a diferencia de absurdo del realizado por Puigdemont y Junqueras, más pronto o más tarde se tendrá que abordar desde el estado. Ese es uno de esos compromisos no firmados, pero si hablados entre el gobierno de Sánchez e Iglesias y los sucesores del hoy “refugiado” en Bélgica y el preso en Lledoneras.

Los 20 años de edad que separan a Carlos y Felipe representan el tiempo que tiene cada uno de ellos para favorecer la evolución de Gran Bretaña y España. Carlos tiene su edad en contra pero cuenta con el asentamiento de la monarquía de los Windsor por encima de las peleas políticas y territoriales. La opción republicana no la contemplan hoy por hoy ninguno de los partidos que conforman el tejido político desde Londres Edimburgo. Felipe tiene la edad a su favor pero la monarquía española tiene en el inmediato pasado dos Repúblicas fallidas y en el futuro un sentimiento republicano que no para de crecer.

Es muy posible que el Federalismo sea la solución para ambos. Mientras tanto, los escándalos familiares de la familia Windsor se quedan en las rencillas familiares entre Guillermo y Enrique y los escándalos sexuales de Andrés en Estados Unidos, sin que se habla para nada de la fortuna familiar, muy por encima de la que pueden tener sus “primos” españoles. Los de la familia Borbón se cruzan una y otra vez con el pasado de Juan Carlos I y sus negocios a lo largo y ancho del. mundo, con amigos que van desde las monarquías del Golfo Pérsico a los castillos de Gran Bretaña pasando por paraísos fiscales como Panama, Jersey o Suiza.

El Príncipe de Gales sabe desde hace muchos años, desde que se separó de Diana Spencer que tendría que esperar a la muerte de su madre para llegar al trono. Romper un matrimonio, al que se había llegado con tanto acuerdos por medio, tenía un precio que él estuvo dispuesto a pagar. El Rey de España tomó una decisión parecida cuando, siendo Príncipe de Asturias, decidió que quería casarse con Letizia Ortiz, divorciada y periodista. Lo consiguió y no tuvo que esperar a la muerte de su padre para reinar. Fueron sus errores los que propiciaron la abdicación de Juan Carlos, y los que siguen colocando a la Corona en una situación de crisis permanente.

Cumplidos los 94 años Isabel II será homenajeada por los británicos el día de su despedida, con todos los honores tras estar en el trono desde 1952, cuando el azar, la necesidad, el amor y la muerte le colocaron la corona en su cabeza. Cumplidos los 82 en el mes de enero, y tras estar 39 años en la Jefatura del Estado, Juan Carlos I contempla como sus imagen se deteriora cada día y pone en peligro a la Monarquía que hoy encarna su hijo. Destinos muy distintos para los descendientes de la reina Victoria y luego unidos en las Orden de la Jarretera.

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