Arrimadas, ganar para liderar otra vez la oposición
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Arrimadas, ganar para liderar otra vez la oposición

martes 12 de diciembre de 2017, 06:22h

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La candidata a la presidencia de la Generalitat, líder y portavoz de Ciudadanos puede ganar las elecciones del día 21 en Cataluña. Ya ha ganado al PSC de Iceta y al PP de Albiol y ahora puede hacer lo mismo con el PDe Cat de Más y Puigdemont y la Esquerra de Junqueras y Rovira. Se ha convertido en la favorita de las encuestas que un día sí y el otro también nos asaltan en los medios de comunicación y hasta el líder de los populares se ha ofrecido a ser su vicepresidente.

Ella, que es Inés Arrimadas y lleva ejerciendo de martillo de los independentistas desde hace más de dos años, da mandobles a derecha e izquierda reclamando el voto útil para su formación, abriendo un espacio que parecía no existir entre los dos grandes de nuestra democracia. Puede haberlo conseguido y hasta parece que se va a hacer con más votos que ninguno de sus rivales pero, salvo que los antiguos compañeros de su marido en Convergencia le apoyen, no conseguirá presidir el gobierno autonómico.

El minúsculo PP catalán estaría dispuesto a otorgarle su respaldo con determinadas condiciones - la sombra de Rivera y Ciudadanos en el resto de España puede convertirse en una montaña para Rajoy - pero el “renacido” PSC ya ha dicho que no lo hará, que a lo que está dispuesto Iceta es a recibir su apoyo para ser presidente, algo por lo que Arrimadas no está dispuesta a pasar. Así las cosas y con los votos transversales entre las tres formaciones llamadas constitucionalistas los números no le dan a doña Ines para llegar al trono de la Generalitat. Sumados con generosidad sus escaños, Ciudadanos, PSC y PP no llegarán a sesenta y necesitarían ocho más, los mismos que la CUP puede proporcionar a los antiguos convergentes y a Esquerra para repetir el mismo esquema de gobierno que terminó en el 155.

La abogada nacida en Jerez, de padres salmantinos y estudiante de Derecho en Sevilla lleva camino de convertirse en el patito feo de la política catalana. La mujer capaz de levantar un partido y de ganar unas elecciones pero a la que se le cierran las puertas del poder por los egoísmos e intereses partidistas de aquellos que afirman una cosa pero no están dispuestos a apostar de forma decidida por ella.

Su gran éxito va a ser más nacional que autonómico. Le está proporcionando a su jefe de filas, a Albert Rivera, el mejor de los escaparates de cara a unas futuras elecciones generales y tanto para poder frente a Rajoy como a Pedro Sánchez el espejo de sus contradicciones, para atacarles desde las nuevas posiciones que Ciudadanos ha adoptado en la política española en el último año.

Con 36 años cumplidos en el mes de junio y apenas seis en política, Arrimadas ha conseguido pasar de nueve escaños en 2012 a 25 en 2016; del sexto puesto al tercero en ese periodo y de aumentar en 460.000 votos los apoyos a Ciudadanos. Récords que va a superar el día 21 salvo que todos los sondeos se equivoquen y mucho.

¿La culpa de que no llegue a gobernar pese a ganar si se cumplen los pronósticos?: la estructura política de Cataluña y la gran división que se ha producido entre independentistas y defensores de la integridad territorial de España. Para ganar a una mitad es necesario que la otra mitad esté más unida de lo que lo está en estos momentos. La propia campaña electoral es una buena prueba de ello: no se ha hablado de pensiones, ni del paro, ni de la sanidad, ni de la educación, ni de la competitividad, ni siquiera de lo que representa para el futuro la marcha de tres mil empresas y no solo a nivel fiscal y de puestos de trabajo. Unos y otros se han empeñado en hablar del pasado como si los grilletes que utilizaban en la Edad Media los llevaran en sus tobillos y muñecas.

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