Un Rey impecable

viernes 18 de noviembre de 2016, 22:25h

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Los meses pasados no han sido fáciles para ningún partido político pero tampoco lo han sido para el Jefe del Estado.

Prácticamente se ha estrenado en su reinado con un país bloqueado por la falta de acuerdo entre los responsables políticos y ha vivido en primera línea, con muchas miradas puestas en él, un tiempo inédito en España. Casi doce meses sin Gobierno en plenitud de funciones no se había dado nunca antes en la historia de nuestra democracia. Hay que decir que el Rey, durante este tiempo, ha sabido "estar", que en ocasiones es más difícil que "hacer".

Bien consciente del mandato constitucional, el Rey no ha traspasado ni un ápice los límites propios de una Monarquía parlamentaria y en el acto solemne de la apertura oficial de la presente legislatura lo volvió a demostrar. Su discurso, un discurso lleno de realismo, sin dejar ni un solo asunto importante a pie de página, cortés no sólo con el Presidente del Gobierno sino incluso con aquellos que él bien sabe que no le quieren, que no creen en la institución que representa. El Rey, afortunadamente para todos, estuvo impecable. "Está" impecable.

No se puede decir lo mismo de todos los que se reunieron en el Congreso. Naturalmente, cada cual puede mostrar sus preferencias y sus discrepancias, pero lo que resulta ridículo en una democracia avanzada son determinadas puestas en escena como la de Podemos y otros grupos pequeños que insistiendo en que lo del protocolo no va con ellos parecen ignorar que en cualquier régimen democrático, y el de España lo es, existe una liturgia, unas formas que a su vez conforman la propia democracia. Una democracia sin ritos es una democracia pobre, además de hortera.

Creo, no obstante, que la actitud de Podemos no merece grandes crónicas pero llama la atención que quienes, afeando la conducta de otros, dicen querer ser útiles para la "gente" no acaben de explicar cuál es la utilidad de ese constante afán de llamar la atención. Con todo, fue más que llamativa la ausencia del mínimo aplauso tanto de Podemos como de IU, ERC y PNV cuando la Presidenta del Congreso hizo mención expresa a las víctimas del terrorismo, luego redoblada en las palabras del Rey.

PP y PSOE, así como Ciudadanos, estuvieron como hay que estar. No cabe decir que los socialistas no tengan corazón republicano. Muchos lo tienen y bien grande, pero saben distinguir los momentos y la oportunidad y actuaron como siempre han actuado cuando del Jefe del Estado se trata: con respeto y educación.

La presente legislatura nos va a dar mucho que escribir y hablar. Solo es cuestión de tiempo que veamos trifulcas con el Gobierno y entre Podemos y PSOE que van a pugnar por ver cuál de los dos dobla antes y más fuerte el brazo del Ejecutivo. Como de todo ello no vamos a andar ayunos, me refugio y me recreo en la figura de un Rey impecable que es y debe seguir siendo esa pequeña punta del abanico que sujeta a todas las astas.

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