Alergias de verano: menos conocidas pero igual de importantes
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Alergias de verano: menos conocidas pero igual de importantes

viernes 21 de julio de 2017, 20:33h

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Las alergias alimentarias pueden aparecer sobre todo en pacientes alérgicos al polén. También están las reacciones alérgicas a las picaduras de abjas y avispas. Durante el verano también se diagnostica la Urticaria a Frigore o urticaria por frío, la denominada 'alergia al frío', además de la urticaria solar, sus manifestaciones clínicas son la aparición de picor o ardor, enrojecimiento y ronchas en las zonas del cuerpo expuestas al sol

Durante el verano también se producen alergias, como la alergia al sol, pues estas no son exclusivas de la primavera y, a pesar de ser menos conocidas, "no por ello son menos relevantes", para así llevar a cabo las medidas necesarias para su tratamiento, según el alergólogo del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo y Director Médico de Vithas Nisa, Agustín Fernández.

La alergia alimentaria es una de estas y se puede producir por el consumo de fruta de temporada, como el melocotón o las cerezas, pertenecientes a las rosáceas; o la piña y el kiwi, frutas tropicales, alergias que pueden aparecer, sobre todo, "en aquellos pacientes alérgicos al polen, debido a la existencia de proteínas alergénicas presentes en pólenes y alimentos de origen vegetal", ha explicado el doctor Fernández.

En esta línea, siete de cada diez reacciones a alimentos se producen fuera del domicilio, según la sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, y por ello, los alergólogos recomiendan que no se baje la guardia, tampoco en verano, y se sigan "vigilando todos los ingredientes de los productos que se ingieren".

Las picaduras de avispas y abejas (himenópteros) también se producen más durante esta época, pues la actividad de estos insectos aumenta durante la misma y además la exposición de la población es mayor, debido a la realización de actividades al aire libre. Este tipo de picaduras, según el doctor, "son molestas, pero no graves", por lo que no necesitan tratamiento específico, aunque también pueden derivar en reacciones sistémicas, como urticaria/habones, mareo o bajada de tensión arterial, entre otras, reacciones graves que ponen en peligro la vida.

"En la mayoría de los casos, al ser picados de nuevo sufren una reacción igual o más intensa que la anterior. En caso de presentar esta reacción deben acudir al especialista en Alergología para el diagnóstico y llevar a cabo un tratamiento correcto", ha afirmado el especialista.

ALERGIA AL FRÍO Y AL SOL

Durante el verano también se diagnostica la Urticaria a Frigore o urticaria por frío, la denominada 'alergia al frío', que se caracteriza por la rápida aparición de picor en la piel, enrojecimiento y ronchas pudiendo asociarse a inflamación de alguna zona del cuerpo al entrar en contacto con el agua a baja temperatura o bien al tocar o ingerir alimentos y bebidas frías.

En ocasiones la reacción puede ser más grave presentando mareo, bajada de tensión arterial y pérdida de consciencia, siendo en estos casos muy peligrosa la inmersión rápida del cuerpo en agua fría. En este caso, se debe acudir al especialista en Alergología ya que, además de los antihistamínicos, es "imprescindible" que el paciente lleve consigo un autoinyector de adrenalina, evitar la toma de helados, bebidas frías y similares; evitar la introducción en el agua (mar, río o piscina) de forma brusca, debiendo realizarse de forma progresiva y evitar la exposición a aire frío o frío ambiental.

En cuanto a la alergia al sol, o urticaria solar, sus manifestaciones clínicas son la aparición de picor o ardor, enrojecimiento y ronchas en las zonas del cuerpo expuestas al sol que suele desaparecer en unas horas.

Sin embargo, "entre las respuestas anormales de la piel a la exposición solar la más frecuente es lo que se conoce como erupción polimorfa solar, que consiste en la aparición de pequeñas ronchas o granitos, eccemas o manchas rojas en la piel a los 2-3 días de la exposición solar y que, a diferencia del caso anterior, las lesiones pueden persistir durante varios días", ha señalado el doctor Fernández.

El tratamiento de esta consiste en una adecuada fotoprotección, asociado a la toma de antihistamínicos que puede llegar a controlarla, facilitando la exposición regular al sol y la inducción natural de tolerancia al mismo.

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