Las 3 batallas del Congreso y los 14 millones de Ronaldo
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Las 3 batallas del Congreso y los 14 millones de Ronaldo

martes 13 de junio de 2017, 21:07h

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En la Carrera de San Jerónimo, que alberga o debería albergar la soberanía popular, se han librado tres batallas al mismo tiempo y bajo el mismo llamamiento al interés ciudadano. Por eso, sin duda el mejor día para acusar a Cristiano Ronaldo de defraudar más de 14 millones de euros a Hacienda era también este martes y trece

En el verano adelantado de este ferragosto madrileño, en el edificio de la Carrera de San Jerónimo que alberga o debería albergar la soberanía popular se han librado tres batallas al mismo tiempo y bajo el mismo llamamiento al interés ciudadano: Pablo Iglesias quiere echar a Mariano Rajoy de La Moncloa sabiendo que no lo va a conseguir, primer combate; Irene Montero reivindica el papel director de la mujer en la política colocándose a medio camino entre Dolores Ibarruri y Soraya Sáenz de Santamaría, segundo asalto; y tercera batalla por delegación e inasistencia: Iglesias reta a Pedro Sánchez de cara a la que va a ser la gran confrontación de la izquierda española durante los próximos meses.

Sin duda el mejor día para acusar a Cristiano Ronaldo de defraudar más de 14 millones de euros a Hacienda era este martes y trece del mes de junio de 2017, fecha que quedará registrada como la de la tercera derrota de la tercera moción de censura contra un presidente del Gobierno. No triunfó la del PSOE contra Adolfo Suárez, pero le sirvió a Felipe González para presentarse como alternativa ante los españoles. No triunfó la de Alianza Popular contra Felipe González pero sirvió para que Manuel Fraga diera un golpe de mano dentro de su partido y quitara a Antonio Hernández Mancha. Y no va triunfar la de Podemos contra Mariano Rajoy pero va a servir para que Pablo Iglesias comience a pelear de verdad por el liderazgo de la izquierda con Pedro Sánchez.

Este modelo de moción de censura que aparece en nuestro ordenamiento jurídico es otra de las normas que requieren un cambio inmediato. Si se trata de censurar al actuación de un gobierno y de su presidente, colocarle el añadido de presentar una alternativa como obligación cambia el sentido original y primario de la crítica y la convierte en una suerte de debate de investidura de segunda división.

La justificación de que se trata de evitar la proliferación de mociones de censura al tener el que las presenta de proponer un presidente y un programa es bastante banal por el propio reglamento del Congreso: con 35 firmas - que no pueden repetir -se pueden presentar en cada uno de los ocho "de tramos" que conforman una Legislatura completa. Y por ello y desde Podemos ya han "amenazado" con presentar otra cuando se reanude el Congreso tras las vacaciones de verano.

Como el resultado de la moción contra Rajoy y su gobierno ya se sabía de antemano, al igual que se sabían las razones que iban a aducir los distintos grupos para votar si, no y abstención, al igual que el comportamiento que tendrían sus señorías en el hemiciclo, las pocas dudas estaban en el nivel de crítica que exhibiría Irene Montero, que no ha defraudado; el nivel de propuestas que plantearía Pablo Iglesias, que no se ha salido del guión de una socialdemocracia teñida de rojo y verde; y quién o quienes iban a responder desde los asientos del Ejecutivo, con una sorpresa inicial al ser el propio Rajoy el que intercalara su primera respuesta entre las dos intervenciones de los líderes de Podemos.

Que el ministro Mendez Vigo se dedicara a leer es un buen ejemplo para los estudiantes: cuando el profesor se ponga a explicar un tema, ellos a lo suyo, a coger un libro y a ser posible de algún autor y materia que no tenga nada que ver con lo que se está explicando en ese momento. Por lo que respecta a la mayoría de sus colegas del Gobierno, el móvil tiene tantas aplicaciones que hace muy difícil a cual de ellas estaban recurriendo mientras sus adversarios les acusaban casi de todo desde la tribuna de oradores.

Salvemos por oficio y dignidad del Parlamento al presidente, a la vicepresidenta y a la ministra de Defensa, que dieron la sensación de escuchar y de apuntar posibles contestaciones ante los ataques - feroces - de la diputada Montero que se ha hecho mayor de repente en las artes parlamentarias y que con un poco de contención y mayor riqueza en el uso de los verbos se va a convertir en la mejor de las copias que de Soraya Sáenz de Santamaría pudiera uno imaginarse durante su etapa de portavoz del PP frente al socialismo de Rodríguez Zapatero y su vicepresidente Teresa Fernandez de la Vega.

La portavoz de Podemos no tiene rival hoy por hoy en el ancho espectro de la izquierda española. Tal vez se le aproxima su compañera Teresa Rodríguez desde Andalucía y con medio corazón puesto en Cádiz y hasta en su Virgen, pero mientras Montero es más ortodoxa en sus lecturas del marxismo de Althusser y Gramsci, la dirigente adscrita a la corriente anticapitalista bebe más del heterodoxo legado de Bakunin tamizado por el bueno de Theodor Adorno, que tenía más pasión por la música que por la sociología a la que quiso con la primera liberar a la segunda de los anclajes del marxismo.

Las dos lejos, muy lejos de un Thomas Piketty que intenta trasladar a Marx al siglo XXI por aquello de la concentración de la riqueza y la fase final del capitalismo con la ventaja de que escribe en francés y va a tener que soportar al tercer " emperador " de la V República que es Emmanuele Jean-Michel Frederic Macron, el perfecto heredero del general De Gaulle y del socialista François Mitterrand, capaz de trabajar para los Rostchild, ser ministro socialista y disponerse a enterrar bajo capas de liberalismo los cinco años del burócrata, gris y mujeriego Hollande.

De todo ello se ha hablado sin hablar en el hemiciclo del Congreso en este 13 de junio y martes. Es más que posible que ninguno de los 350 diputados y sus invitados fueran conscientes de que bajo, tras, dentro de la moción de censura contra Rajoy y su gobierno lo que se encontraba era una vieja disputa entre dos modelos de sociedad que se han quedado viejos y que ni ellos, ni la inmensa mayoría de los ciudadanos de este planeta sabe como cambiar.

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